Chucho Valdés nos presenta sus 'Canciones favoritas'
- El pianista cubano acaba de publicar su último trabajo
- Con temas nuevos e inéditos que compuso en su juventud
Con tan solo tres años, según contaba su padre Bebo Valdés, ya tocaba el piano. Y a los cinco interpretó de oído la melodía de la banda sonora de la película Casablanca.
Con estos inicios y mucha disciplina de ensayo que le inculcaron en casa su padre y su madre, la cantante Pilar Rodríguez, Chucho Valdés ha llegado a ser una de las figuras más influyentes del jazz. Galardonado con cinco Premios Grammy y tres Grammy Latinos.
"Me intentaba escapar para ir a jugar al béisbol con mis amigos pero mi madre me pillaba y me mandaba de vuelta a casa a seguir ensayando. Y nunca me compraron una bicicleta por si me caía y me rompía algo, me cuidaron mucho las manos", ha contado el cubano en Las mañanas de RNE.
Y para llegar a ser quien es, además de a sus padres le debe mucho a su abuela.
"La figura de mi abuela fue fundamental, ella fue la que invirtió el poco dinero que tenía en un piano para mi padre, se mudaron a La Habana para que él pudiera estudiar música y también me convenció a mí para que hiciera una carrera (Magisterio) por si algún día me fallaba lo de la música".
Un disco con esencia de Bebo
En su piano Steinway "bendecido" por su padre, Chucho ha compuesto su último trabajo Mis canciones favoritas.
"Yo tenía un Yamaha y Bebo me decía siempre que me comprara un Steinway pero no lo hice hasta que él falleció, cuando pensé que tenía que complacerle. Entonces fui a una tienda, probé varios pero uno fue el que más me gustó. El vendedor me quería vender otro pero yo me empeñé en ese y resulta que estaba firmado por mi padre, lo vimos después", cuenta el pianista.
"Resulta que era el piano con el que mi padre había tocado en el Teatro Real la última vez que actuó en Madrid. La casualidad de que ¡estaba bendecido por mi padre sin yo saberlo!, está claro que tenía que ser ese el que me llevara a casa".
Y con ese instrumento ha compuesto cuatro de las 16 canciones que forman este nuevo trabajo, las otras 12 las compuso entre los 15 y los 25 años.
"Esos temas estaban ahí, nunca me habían encajado en mi repertorio y ahora sí me he decidio a sacarlos junto con los otros cuatro nuevos que son andaluces por el lugar donde los he compuesto (Benalmádena) y tienen mucho de lo cubano y algo de flamenco".
Le es imposible contar las horas que ha pasado delante de un piano. "Desde que yo empecé hasta hoy, si me dan un euro por hora, ya no quiero más nada", bromea.
A sus años 71 años, no tiene aseguradas sus manos "pero lo voy a hacer porque nunca se sabe", asegura. Y jubilarse no entra en sus planes.
"¿Jubilación? ¿Qué es eso? Yo espero seguir mucho tiempo encima de los escenarios, tocando el piano". De momento, prepara ya un gran concierto para el próximo 26 de julio en Marbella, con una selección de temas de este último trabajo y del anterior Border free, en el que dedicó un tema a su padre y otro a su madre.