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Santiago Roncagliolo: "El mejor momento para cometer un crimen es en un partido de fútbol"

  • El escritor habla de fútbol, radio y crímenes políticos en La pena máxima
  • El peruano, "cholista hasta la muerte", está feliz por publicar 'el año del Atleti'

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Santiago Roncagliolo cree que el mejor momento para cometer un crimen es en el transcurso de un importante partido de fútbol, porque nadie se entera. Y con este supuesto comienza su novela La pena máxima editada por Alfaguara. Dice así:

Lima 1978. Un hombre que porta una mochila sospechosa es perseguido por las calles de uno de los barrios más populares de la ciudad y asesinado a plena luz del día. Pero nadie ha visto nada. El asesino ha elegido el momento perfecto para cometer su crimen: la ciudad se halla en ese instante desierta y concentrada ante el televisor. La selección peruana se juega mucho en el Mundial de fútbol de Argentina.

Al fútbol, como elemento fundamental de la novela de Roncagliolo, se suma la radio, ya que su lectura es como si escucháramos la retransmisión de los hechos. Esta elección no es casual, como ha explicado en El ojo crítico. "Creo que los locutores de fútbol, y particularmente los de radio, son los mejores narradores del mundo. Gente que te puede hacer vibrar con algo que no estás viendo. Y, a la vez, el Mundial del 78 sirvió para ocultar lo que ocurría en Argentina: el dictador Videla salió a hablar de derechos humanos y de la paz entre los pueblos, mientras al lado del estadio torturaban, secuestraban y asesinaban gente", este es el escenario de la novela que describe el autor en La pena máxima.

Una historia sobre crímenes políticos

La novela utiliza el fútbol y la radio para hablar de la historia de las dictaduras sudamericanas en los años 70. "Perú no tuvo una dictadura criminal masiva como la de Argentina,  pero colaboró para que los argentinos entrasen a Perú a secuestrar a sus perseguidos y ya que estaban, secuestraron a varios peruanos que eran incómodos para el régimen".

Estas historias y el resto que animan este libro, La pena máxima, se las contó su padre. "Él era político de izquierdas y recibíamos en casa refugiados que salían huyendo de Chile y Argentina. Aunque también hay que reconocer que si mi padre hubiera sido chileno o argentino estaría muerto".

Santiago Roncagliolo cuenta que "la historia de Perú fue un poco anómala, porque los militares eran de izquierdas". Ahora cree que Perú está mejorando, "es un país bastante mejor del que era", quizá por eso ha tenido que ambientar su novela en el pasado.