El Walkman cumple 35 años

• Siempre iba acompañado de un recambio de pilas y un bolígrafo Bic
• Hoy en día se venden como objeto de coleccionista por miles de euros

Se cumplen 35 años del nacimiento del Walkman, el primer reproductor de música portátil e "icono absoluto de los 80", apunta Manu Martínez, periodista especializado en tecnología y director del programa 3.0 en Radio 3, que ha repasado la historia del Walkman en el programa Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García.

Nació en Japón en el 1979 por el gigante Sony. A uno de sus jefazos de la época, Masaru Ibuka, se le encendió la bombilla tres años antes de su creación. Era un hombre de negocios que viajaba mucho y pensó en hacer un reproductor de música portátil.

Se inspiró en las grabadoras de la época que fabricaba Sony y que solían llevar los periodistas, de hecho se llamaban Pressman. Eran muy grandes, se colgaban del hombro y servían para recoger sonido pero no para reproducirlo. "A él hay que agradecerle que pusiera a Sony las pilas –nunca mejor dicho- y se pudiera trabajar en ello", afirma Martínez.

Unos meses después de su salida al mercado en Japón, se vendieron en Estados Unidos y poco después en Europa. Todas las casas se pusieron a desarrollar sus propios reproductores portátiles. Pero el nombre, Walkman tras una intensa batalla legal, quedó para siempre en manos de Sony. Es más, en los teléfonos móviles de hoy en día se mantiene la palabra Walkman para los reproductores musicales.

No sin mi Walkman, las pilas y el boli Bic

Para los más jóvenes, el Walkman es el padre del reproductor MP3, solo que funcionaba con cinta de casete. Supuso toda una revolución entre los adolescentes que podía llevar su música consigo. Aunque también era recomendable llevar siempre al lado un recambio de pilas AA y un bolígrafo Bic, que servía para rebobinar las cintas y así no gastar pilas.

El elevado consumo de pilas fue "un problema que nunca pudo resolver la industria tecnológica", asegura Martínez. Y recuerda que cuando se estaba acabando la batería, las canciones se distorsionaban.

Otro de los problemas que destaca es el peso, entre 300 y 400 gramos. Aunque se concibió para hacer deporte. "Pensaron en llamarlo Sony Disco Jogger, para mezclar la música disco, que lo petaba entonces, y el salir a correr". Finalmente se quedó con Walkman, relacionado con un hombre andando.

Pese a que no hace tanto que dejaron de fabricarse, en el año 2010, son un objeto de coleccionista "porque siempre hay gente enganchada al efecto de la nostalgia". Así que, si tienes un Walkman en el baúl de los recuerdos, quizá quieras venderlo por más de lo que imaginas.