'Pluto', la obra de Aristófanes que demuestra que 2.000 años después tenemos los mismos fallos
- El dramaturgo denuncia en clave de sátira el desigual reparto de la riqueza
- Gurruchaga actúa y ha compuesto la música para la representación
Javier Gurruchaga acude por tercera vez al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y lo hace para convertirse en una deidad.
Pluto es una obra de Aristófanes que demuestra que, 2.000 años después, los hombres no hemos corregido nuestros fallos y seguimos siendo igual de injustos.
El dramaturgo griego, un adelantado para su tiempo, denuncia en clave de sátira el desigual reparto de la riqueza.
Desde este miércoles y hasta el próximo domingo, el dios del dinero y la diosa de la pobreza mostrarán sobre las tablas que la sociedad ha cambiado muy poco.
Los dos personajes están interpretados por el polifacético artista, que ha reconocido en Las mañanas de RNE que ha sido muy divertido interpretar la dualidad y las contradicciones, que están realmente en todos aunque no tan acentuadas.
El actor se convierte en una especie de dr. Jekyll y mr. Hyde, transitando de la bondad de Pluto, que no quiere ver la realidad, a la crueldad de Pobreza, que recuerda a la histriónica Cruela de Vil.
El cantante ha compuesto la música para esta representación, en la que predomina el blues y el rock.
Gurruchaga, además, está ultimando los detalles de un nuevo proyecto con la orquesta Mondragón, que espera que esté acabado a final de año.
El título provisional de este disco es Tiempo de bandidos, en un guiño a los Monty Python, aunque reconoce que los titulares de los diarios han hecho que el nombre evoque a la más rabiosa actualidad.