La croqueta, un plato francés que vuelve locos a los españoles

• Así lo cuenta Laura Conde en su libro La felicidad en una croqueta
• Desde las clásicas hasta croquetas de gin-tonic o tiramisú

Se comen en todas las casas, las puedes pedir en los bares más normales y tradicionales pero los restaurantes con estrella Michelín también las incluyen en su carta.

Puede que sean unas de las tapas estrellas en nuestro país y es difícil encontrar alguien que no disfrute con unas buenas croquetas. Sin embargo, no son españolas.

"Parece ser que la primera croqueta fue una receta del cocinero del rey Luis XIV", ha explicado en Esto me suena Laura Conde, autora del libro La felicidad en una croqueta.

"En España se adoptó y se reinterpretó pasando a ser un alimento popular porque surgió como una manera de aprovechar las sobras de otros platos de comida", continúa y sentencia: "hacemos croquetas mejor que los franceses por una cuestión de necesidad".

Lo bueno de las croquetas es que son muy transversales y se pueden encontrar en casas humildes o en restaurantes del más alto nivel.

Conde también descubre en su libro que a pesar de ser un plato que ha evolucionado mucho y empiezan a surgir croquetas de gin-tonic, de fresa, de chocolate o de tiramisú, las que más se demandan siguen siendo las de pollo o jamón, según asegura la autora del libro y "se prefieren la de las madres y las abuelas".