Un Rey ha muerto

• El músico reveló el pasado julio que padecía cáncer
• Vendió millones de discos con canciones como "Una lágrima" o "El mig amic"

Peret

En el reino de la rumba, más allá de hipótesis y controversias sobre su origen, el Rey se llamaba Pedro Pubill Calaf, artísticamente Peret, llevaba la corona por actitud, originalidad y trayectoria.

Nació en un barrio gitano de Mataró pero desde niño vivió en las cercanías de la Calle de La Cera de Barcelona cuyas esquinas y bares fueron núcleo germinal de este estilo junto al barrio de Gracia de Barcelona.

La rumba catalana de Peret es un género que inventa y hace crecer con el oído puesto en el mambo de Pérez Prado y el descarado rockandroll de Elvis, según reconocía el propio Peret.

Sones foráneos sobre el sustrato de la rumba gitana que se hacía en las fiestas y tabernas de la Barcelona de la época y la incorporación del famoso ventilador, según citó Gato Pérez, una manera distinta de tocar la guitarra con un movimiento circular sobre las cuerdas y percutiendo en la caja de la guitarra, marcando el compás. Sin ventilar no hay rumba catalana.

Primeros éxitos

Como buen vendedor busca el cliente donde esté, y se va a vender paños y sábanas a Sudamérica, a su vuelta graba su primer single propio, con "La Noche del Hawaiano" y una versión de "La Bamba". Ya han llegado sus primeros éxitos. Desde entonces una lista interminable de versiones y temas propios con su ritmo explosivo e inconfundible se colocaron en lo más alto de las listas de popularidad, dentro y fuera de nuestro país.

Pocos veranos se resistieron a su canción. Representó a España en Eurovisión 'cantando feliz' y con aquel Borriquito que recorrió medio mundo. Hizo cine, recuerdo su participación tardía en Alma Gitana, clausuró la gala de los Juegos Olímpicos del 92 “Hechicera gitana”, fue pastor evangélico, empresario, compositor, productor… pero sobre todo un artista demoledor sobre un escenario metiéndose en el bolsillo a todos los públicos, de varias generaciones.

Inolvidable la actuación en la Bienal de Flamenco de Sevilla en 2010 ante un público entregado o frente al pantano de Lanuza en el Festival Pirineos Sur ya en las postrimerías de su carrera.

Precoz , con estrella, muy listo, talentoso y tenaz. Triunfador 50 años en un oficio nada fácil, hacernos bailar sin reparos. ¡Qué buen trabajo hermano Pedro!. Único, Rey y Maestro.