La vendimia francesa, de oportunidad a necesidad
- Uno de cada cuatro trabajadores españoles es joven
- Hay licenciados universitarios con varios títulos e idiomas
Silvia es licenciada en Magisterio, ha aprobado unas oposiciones sin plaza y lleva seis años acudiendo a la vendimia francesa.
Pablo, licenciado en Historia, lleva dos trabajando en Burdeos y no se plantea la vuelta a las aulas, solo aspira a un empleo mejor en el sector agrícola.
Estos no son casos aislados,ya que uno de cada cuatro españoles que acude al país vecino es joven. Algunos lo hacen para poder pagarse los estudios y otros para subsistir durante un periodo de tiempo sin ayuda de sus padres.
La cifra de titulados ha pasado de ser ridícula a subir de forma considerable, lo que hace que en los campos galos se encuentre universitarios con varias licenciaturas e idiomas.
La hora se paga a unos 9,45 euros, aproximadamente 1.700 mensuales. La jornada laboral tiene una duración de 35 horas semanales y el trabajo comienza a las siete de la mañana debido a las altas temperaturas.
Al salario hay que añadirle las prestaciones familiares que se generan, como los subsidios por hijos menores de 20 años o que no ejerzan actividad laboral.
Esta ayuda es muy bien acogida por los más veteranos, que son buscados por los bodegueros por su experiencia en labores como la poda y la preparación de las viñas.
Unos 15.000 españoles se marchan al país galo a la vendimia. Aproximadamente 4.000 son contratados por empresas de trabajo temporal. La situación para estos es peor ya que no cuentan con las condiciones francesas y reciben una retribución menor que el resto.
El programa Diez minutos bien empleados de Radio 5 profundiza, esta semana, sobre este tema.