Javier Sierra: "'La pirámide inmortal' es mi libro más personal, mi mejor libro"
- La novela narra la noche que Napoleón pasó en la Gran Pirámide de Egipto
- Además introduce una historia de amor basada en el mito de Isis y Osiris
- Lee el encuentro digital con Javier Sierra en RTVE.es
La noche del 12 al 13 de agosto de 1799 Napoelón Bonaparte durmió a solas dentro de la Gran Pirámide de Egipto. A su salida, en la madrugada siguiente, sus soldados le preguntaron qué había visto y él, con el rostro pálido, respondió: "Aunque os lo contara no os lo íbais a creer".
A raíz de esta falta de documentación sobre este capítulo de la historia, Javier Sierra se quedó con la incertidumbre y quiso imitar a Napoléon pasando una noche en esa misma pirámide. Con sus propias vivencias y lo que imaginó, el escritor ha plasmado en su novela La pirámide inmortal lo que él cree que pudo vivir Napoleón aquella noche. Una experiencia vital en la que Sierra considera que residen las claves de muchos de los actos y comportamientos del emperador francés.
"La sensación que yo tuve es la de estar en un sitio próximo a la muerte y cuando salí a la luz me dio la sensación de haber renacido", explica Sierra en Las mañanas de RNE. "Y eso supongo que fue lo que le pasó a Napoleón porque cuando uno vence a la muerte ya no le tiene miedo a nada, por eso la clave para convertirse en emperador creo que está en lo que él vivió en la Gran Pirámide".
Pasillos de un metro y veinte centímetros de altura, un lugar vacío, frío, con eco y muy oscuro, con un único sarcófago como mobiliario, Javier Sierra no dudó en meterse en dicho sarcófago como imaginó que lo habría hecho Napoléon. "Quería experimentar lo mismo que él hubiera vivido".
La gran magia del antiguo Egipto consistía en vencer a la muerte utilizando el amor por eso el autor introduce a una bailarina en la historia que dará pie a una relación amorosa. "Para ello me he inspirado en el mito de Isis y Osiris y estoy muy satisfecho de haberlo hecho".
Sierra no duda en considerar esta novela como: "mi libro más personal y mi mejor libro". Una obra que va a ser traducida en lugares de todo el mundo porque "cuando cuentas una historia que es universal es fácil que te lean en todas partes. Lo importante son los mimbres: el amor, la muerte, Napoleón y Egipto son mimbres universales".
Para terminar, el escritor da la clave de por qué cree él que Napoleón no quiso contar lo que vivió en ese lugar: "Creo que no lo contó porque consideró que esa experiencia de la victoria sobre su propio miedo fue valiosa y un líder político está permanentemente expuesto hacia el exterior, necesita un pedazo de memoria para él, donde refugiarse".