Enlaces accesibilidad

El terrorismo de ETA sube a las tablas de Las Naves del Español con 'Los justos'

  • Se trata de una adaptación de 611Teatro de la obra de Albert Camus
  • Una reflexión sobre la violencia, su legitimidad y sus límites

Por

Los Justos es una obra de Albert Camus que se desarrolla en la revolución rusa de 1905 y en la inconformidad de un grupo de revolucionarios que quieren atentar contra la tiranía del zar. Camus habla de terror, de quiénes lo ejercen y de sus justificaciones mostrando la fina línea que separa el más bello ideal de la más aberrante acción.

Los bilbaínos Javier Hernández-Simón y José Antonio Pérez han adaptado el texto del autor francés trasladando la acción al Madrid de 1979, cuando una célula de la banda terrorista ETA se dispone a atentar contra un alto cargo del gobierno.

"Situamos la historia en otra época y otro conflicto pero respetamos mucho el texto de Camus porque en sus palabras hay mucha luz, se crean muchos interrogantes, se dan muchas respuestas y nos hace reflexionar sobre la postura de cada uno de nosotros", ha asegurado Hernández-Simón en Las mañanas de RNE.

El también director del montaje ha confesado que la adaptación de este texto le produjo "mucho dolor" porque , "he descubierto que cualquier persona podría encontrar una razón que consideraría justa, que le haría pensar que estaría legitimado, para matar a otro".

Ese mismo dolor lo ha experimentado Lola Baldrich, quien forma parte del reparto y da vida a dos personajes: "Meterme en el corazón de una terrorista con mucho recorrido y que vive un momento de duda, dolor y casi desaparición de sí misma, duele mucho, este personaje es para sufrir".

Y también lo es el de la viuda de la vícitima, en cuya piel también se mete la actriz toledana: "Es quien marca la ideología de la función y es un viaje hacia el dolor otra vez, y hacia la ternura y el amor, contradictoriamente".

Porque según explica Javier Hernández-Simón "es un asunto de por sí duro y doloroso, al que solo se puede acercar uno con responsabilidad y honestidad, pero hay que abordarlo. Han sido 60 años de terrorismo y 1.000 muertos y si no reflexionamos sobre qué ha ocurrido y por qué ha ocurrido, estamos preparando el terrorismo del futuro".

Teatro para pensar

La obra está hecha para obligar al público a pensar: "Procuramos hacer una reflexión sobre la violencia, si es legítima o no, y si lo es cuáles son los límites".

La escenografía es sencilla, un cuadrilátero de tierra con cuerdas y un pilón con agua. "Trabajamos con símbolos: la tierra porque el conflicto vasco es un conflicto nacionalista unido a la tierra, y el agua como elemento en el que los terroristas intentan constantemente purificarse y limpiarse de la mancha de la muerte", explica el director.

También en el sonido está todo medido. Por un lado se esucha la txalaparta, instrumento tradicional vasco que se hace sonar golpeándolo con fuerza, "intentamos reflejar con ello la opresión y claustrofobia de los terroristas". Y por otro, el contrabajo "que funciona en los momentos más emocionales o de más intimidad de los terroristas".

Los justos se puede ver hasta el 26 de octubre en La Sala 1 de Las Naves del Español.