París estrena su Philharmonie, el sueño de Boulez construido por Jean Nouvel
- Es la mayor sala de conciertos de música clásica de París
- La sala sinfónica puede llegar a acoger a más 3000 espectadores
- La Orquesta de Paris y el Ensemble Intercontemporain, formaciones residentes
París inaugura este miércoles su Philharmonie, monumental construcción de Jean Nouvel, proeza acústica llamada a colocar la música clásica, rock, pop y electrónica en el corazón de sus habitantes, que dedicará su primer concierto a las 17 víctimas de los atentados sufridos en Francia.
El evento es el fruto de una hazaña casi imposible, que tuvo que afrontar un sinfín de obstáculos financieros, políticos, arquitectónicos y técnicos antes de hacer realidad el sueño del compositor francés Pierre Boulez (1925), padre de la vecina Cité de la Musique, convertida ahora en "Philharmonie 2".
Tras varios aplazamientos, para terminar a tiempo la mayor sala de conciertos de música clásica de París, ubicada en el noreste de la ciudad y con capacidad para 2.400 personas, los equipos trabajan desde hace meses las 24 horas del día.
El asesinato de 17 personas en París, doce de ellas el 7 de enero en el semanario satírico "Charlie Hebdo", no disipó la urgencia constructora ni detuvo su ritmo, pero la Orquesta de París, dirigida por Paavo Järvi, les dedicará su concierto inaugural, informó una fuente de la institución.
Este miércoles, añadió, la Philharmonie "estará terminada al 95 por ciento", aunque habrá que esperar para almorzar en su restaurante panorámico o pasear por su tejado, ideado por Nouvel como una colina para el Parque de la Villette, junto a la carretera de circunvalación de París.
Una sala filarmónica flexible
El monumento, que ocupa 107.000 metros cuadrados y permitirá a 8.000 personas disfrutar al mismo tiempo de su equipamiento cultural, ha costado 248 millones de euros , según resume el arquitecto en su página web para defenderse de una de las múltiples críticas recibidas.
Precisa en este punto que los 386 millones (455) citados en la prensa y por algunos detractores, corresponden no a las obras, sino también a los seguros y a los primeros equipamientos e instalaciones.
Además de una sofisticada sala filarmónica de 3.000 metros cuadrados y acústica perfecta, con la orquesta en el centro rodeada por el público, que "por primera vez será flexible" para recibir hasta 3.400 espectadores, el edificio incluye seis grandes salas de ensayos y numerosos espacios de trabajo individual, añade Nouvel.
Exposiciones y escuela de música
Lugares de exposiciones como la inaugural "David Bowie is", a partir del 3 de marzo próximo, una escuela de música, varios restaurantes, un bar, oficinas y un garaje de 20.000 metros cuadrados, conforman igualmente la nueva construcción futurista.
Es la tardía prolongación de la Cité de la Musique -construida en 1995 por Christian de Portzamparc- que por falta de fondos se quedó entonces sin su gran sala de conciertos sinfónicos.
"El primer sueño de Boulez era que hubiera un lugar de pedagogía, un lugar de patrimonio y un lugar de concierto y que esos tres dominios pudiesen estimularse conjuntamente", explicó en una entrevista con Efe el director de programación, Emmanuel Hondré.
Destacó, al respecto, la importancia dada a la transmisión, mediante actividades pedagógicas, encuentros y también el Museo de la Música, traslado hace ya 20 años a La Villette, con sus 6.000 objetos e instrumentos.
Sede para la Orquesta de Paris
Ante todo también, la Philharmonie, que preside Laurent Bayle, fiel colaborador de Boulez y uno de los artífices que contra viento y marea la ha hecho posible, tendrá dos grandes formaciones residentes, la Orquesta de París, en la 'Philharmonie 1', y el Ensemble intercontemporain, en la antigua Cité de la Musique.
Además, cuenta con tres conjuntos asociados, la Orchestre de chambre de Paris, Les Arts Florissants y la Orchestre national d'Île-de-France.
Esta última actuará en el lugar por haber costeado la región parisina el 10 % de las obras, mientras el Estado y la Alcaldía afrontaban respectivamente el 45 por ciento del presupuesto.
En el centro de una de las polémicas en curso figura el coste de funcionamiento en tiempos de crisis: 15 millones de euros (17,6 millones de dólares) anuales de subvención pública.
De esta cantidad, el Estado contribuye con nueve millones y el Ayuntamiento, con seis, después de anunciar el pasado diciembre que reducía en tres millones su aportación.