El Brujo: "'El asno de oro' nos enseña que la magia del hombre está en su capacidad de razonar"
- Su nuevo espectáculo se representa en los Teatros del Canal
- El protagonista quiere experimentar sensaciones y se toma una poción
Rafael Álvarez, el Brujo, ha decidido convertirse en un asno en su nuevo espectáculo para enseñarnos que la magia del hombre reside en su capacidad de razonar y de elegir.
Lucio es un hombre que quiere experimentar sensaciones y conoce a la sirvienta de una bruja que toma un brebaje para visitar a su amado por la noche. Así que el protagonista le pide a Fotis que le de un poco de esa poción para poder acudir a su encuentro.
Un error de la muchacha hace que Lucio se convierta en asno y que, a partir de ese momento, comiencen sus aventuras y desventuras.
El pollino pasa de amo en amo, unos propietarios que demuestran con sus acciones ser más burros que el animal, hasta que la chica le da el antídoto a su embrujo.
La solución a sus males es la belleza y al comer rosas consigue desembarazarse de la piel del rucio.
El actor ha reconocido que todos tenemos piel de burro pero dentro de esta tenemos un alma humana, por eso utiliza esta función para sacar su parte burra y hacer terapia.
El Brujo ha dicho en Las mañanas de RNE que la grandeza de los clásicos está en la observación del dolor humano y su compasión por este.
El asno de oro se representa en los Teatros del Canal hasta el próximo 8 de febrero, aunque el intérprete tiene en cártel seis espectáculos más a la vez.
El cordobés considera vergonzoso que el IVA cultural sea del 21 %, mientras que el del fútbol es del 10%.