Los esquimales llegan a Canarias
- 11 inuit de Groenlandia forman parte de un proyecto antropológico
- Con el objetivo de observar su adaptación a un clima cálido
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Un grupo de 11 esquimales de Groenlandia ha cambiado la nieve, los trineos, los iglús y la ropa de abrigo por la arena de la playa, las gafas de sol, la sombrilla y el bikini.
Parece el contenido de un reality show pero se trata de un proyecto antropológico que ha trasladado a estos habitantes de la aldea Kulusuk, de apenas 300 habitantes, a Las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de observar la adaptación del ser humano de un clima extremo al que dicen que es el mejor del mundo, el de las Islas Canarias.
Francesc Bailón, antropólogo especializado en la cultura inuit, ha asegurado en Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García que cuando les propuso el experimento estos esquimales "no sabían donde estaban las islas canarias, tuve que llevarles un libro y un mapa para que lo vieran".
Cuando los inuit llegaron al aeropuerto de Gran Canaria, la diferencia de temperatura era de 35 grados con respecto a la de su pueblo, algunos llegaron a la isla con botas de piel y vestuario poco adecuado y vieron en un minuto a más gente de la que ven en su aldea en todo un año. Pero si hay un pueblo que consigue adaptarse a condiciones cambiantes, esos son los inutis, según Bailón. "Se fueron corriendo a comprarse cosas para adaptarse: toallas, chanclas, gafas de sol, gorras... Me sorprendieron, no me lo esperaba".
Caminar descalzo, toda una experiencia
Estos inuit de diferentes edades, desde niños de un año hasta adultos de 64, son miembros tres familias que tienen relación entre ellos y además hay un músico popular en todo el ártico. La mayoría de ellos no habían salido de su pueblo nunca, no habían visto una carretera o un árbol porque allí no tienen.
Tampoco habían hecho algo tan cotidiano para nosotros como montar en coche o autobús. "Están acostumbrados a caminar por el hielo, por lo tanto nunca descalzos, y por primera vez han caminado con los pies al aire sintiendo directamente el calor que desprende la arena". También por primera vez han jugado al golf, han paseado en camello, se han bañado en una piscina o han ido a un spa.
En cuestión de alimentación "lo que más les apetece comer es pescado y carne cruda o semicruda que es como ellos comen en su tierra. Les gusta mucho el dulce y todos los días comen un helado que allí, obviamente, no tienen".
Las sensaciones y emociones que van a experimentar estos inutis durante la semana que dura el estudio se van a recoger en el documental La sonrisa del sol que se emitirá por internet, redes sociales y televisión. Y no sabemos si tendrá una segunda parte a la inversa pero "después de la experiencia que están teniendo estoy seguro de que los inuit recibirían con los brazos abiertos a todos los canarios que quisieran conocer su pueblo", asegura Francesc Bailón.