El islamista radical que se pasó a la CIA: "El yihadismo es imparable sin una reforma del islam"

• El danés Morten Storm colaboró con Al Qaeda y llamó a su hijo Osama
• Tras perder la fe, trabajó para los servicios secretos occidentales
• Él mismo cuenta su historia en el espacio de RNE Viaje al centro de la noche

Viaje al centro de la noche - La historia de Morten Storm, el yihadista que se convirtió en agente de la CIA

Alguien podría creer que la historia de Nicholas Brody en Homeland es solo ficción, pero la realidad se empeña en demostrarnos día tras día que la imaginación del mejor de los guionistas es incapaz de superarla.

El danés Morten Storm creció en una familia rota y se convirtió en un joven delincuente y violento. Un día, por casualidad, cayó en sus manos el Corán y todo cambió para él. Había encontrado en el islam lo que siempre había buscado: el sentimiento de pertenencia a una comunidad.

Tan radical se volvió en sus ideas religiosas que llegó a llamar a su hijo Osama y se ganó la confianza de Anwar al Awlaki, uno de los líderes de Al Qaeda, organización terrorista con la que empezó a colaborar en Yemén. Sin embargo, perdió la fe tan rápido como la abrazó y acabó trabajando con los servicios secretos de su país, el MI5 y la CIA.

Tan increíble periplo está recogido en un libro de reciente publicación, Mi vida en Al Qaeda. La historia del yihadista danés que espió para la CIA (Península), escrito por los periodistas Paul Cruickshank y Tim Lister.

"Encontré un libro, estaba buscando un propósito en la vida. Buscaba una identidad, algo que hemos perdido en Occidente. No sabía a dónde pertenecer, así que el islam me dió la respuesta", explica Morten Storm en una entrevista para el programa Viaje al centro de la noche que se emite este sábado a las 04.00 horas en Radio Nacional.

Morten Storm (c), con Javier Hernández y Amaya Prieto

Morten Storm (c), con Javier Hernández y Amaya Prieto, de 'Viaje al centro de la noche'. rne

"El yihadismo es imparable a no ser que empecemos a reformar. La reforma tiene que suceder dentro del islam y dentro de los islamistas", subraya el danés, para quien el Corán es "extremadamente violento" si se lee de forma literal.

"Los musulmanes creen que el Corán es literalmente la palabra de Dios, así que no puedes cambiar ni una sola palabra -argumenta-. La cristiandad ha hecho reformas, la Biblia se ha reformado, las Escrituras se han reformado. El problema es que la gente se está tomando este libro literalmente. Y eso nos lleva a lo que estamos viviendo hoy en día con el ISIS".

La colaboración con la CIA

Perdió la fe en dos semanas. "Había siempre algo en mi mente a lo que no era capaz de contestar y que me ayudó a tomar la decisión final", cuenta Morten Storm, que señala también la razón por la cual decidió colaborar con los servicios secretos occidentales.

"Me tenía que recordar constantemente a mí mismo por qué lo estaba haciendo, cuál es la causa, cuál el propósito, por qué hago esto, y era por una causa mayor, que era proteger a los civiles. Yo nunca fui leal a mi Gobierno, o a la CIA o al Gobierno británico, nunca lo hice por ellos, lo hice por mí mismo, para que yo me pudiera sentir mejor".

De esa etapa de su vida, el exyihadista extrae otra conclusión: la CIA es responsable de la existencia del ISIS: "Los que están trabajando con Oriente Medio son de los oficiales de inteligencia más ignorantes que nos podamos imaginar, son los responsables de que exista el ISIS, no fueron capaces de predecir su llegada".

Lo perdido y lo ganado en el camino

Storm es consciente de que ha perdido muchas cosas por el camino -familia, amigos y "un poquito de libertad"-, pero cree que finalmente también ha ganado mucho.

"Entendí que la amistad que yo tenía con esa gente que eran mis hermanos en el islam, era muy superficial solamente bajo la condición de que yo fuera musulmán, no era incondicional, era condicional. Ahora he encontrado a gente, poca gente, con la que me puedo identificar y siento que son mis amigos, que me regañarán si ven que me estoy equivocando".

Morten Storm dice creer ahora en los seres humanos, en la humanidad. "Tenemos que honrar nuestras palabras y tener dignidad, generosidad y justicia".