Rosa Regàs: "No me apetecía escribir mis memorias, pero sí los recuerdos que me vienen a la cabeza"
- La escritora acaba de publicar Amigos para siempre
- Un libro en el que recuerda su entrada en la universidad y en el mundo editorial
La vida de Rosa Regàs ha estado llena de buenos y grandes amigos, tal y como refleja en el título de su libro Amigos para siempre.
Un libro "de recuerdos", como prefiere definirlo la escritora y exdirectora de la Biblioteca Nacional, porque "las memorias son una cosas más subjetiva, más seria, y no me apetecía mucho escribir mis memorias, pero escribir los recuerdos que se me vienen a la cabeza, sí me apetecía", ha asegurado Regàs en Las mañanas de RNE. "Igual me olvidaré a mucha gente pero es inevitable", ha reconocido.
Los dos anteriores libros de recuerdos contaban su infancia y su adolescencia, en esta ocasión "hablo de mi entrada en lo que se puede llamar el mundo externo a la familia, la universidad: que para mí fue un salto importante, hablaba de un mundo que no conocía: de política, de que la geografía no se limitaba solo a los mapas sino también a países con sus problemas".
No era una alumna al uso, entró casada y con dos hijos y acabó la carrera con cinco. "Entar en la universidad fue un acto de romper, una vez has trasgredido, lo que viene después ya te da igual", ha afirmado "A mí me horrorizaba pensar en entrar en la facultad, por el qué dirán, pero cuando en cuarto me quedé embarazada y tuve al niño no pasó nada y cuando en quinto llegaron los gemelos... pues no pasó nada".
Y en la universidad descubrió gente para quién la cultura era importante "y empecé a conectar con tantas maneras de ver la realidad que se abrió ante mí un mundo extraordinario", ha recordado.
Tampoco faltan en las páginas de Amigos para siempre los recuerdos de su entrada en el mundo de la edición de la mano de Carlos Barral, que aparece en la foto de portada. "Era un hombre con un atractivo extraordinario desde el punto de vista de la inteligencia, tenía una inteligencia irónica y profunda, era divertido, culto y un poeta extraordinario, una maravilla". Empezó haciendo albaranes "yo pensé que era un error, pero muy bien para mi ego, hice muchos albaranes y luego ya fui ascendiendo".
También habla mucho y con mucho cariño de Manuel Vázquez Montalbán. "Un día vi en el tablón de anuncios que daba una conferencia sobre Lumumba, líder del Congo que había sido asesinado, y esa conferencia me abrió los ojos a otro mundo, el del compromiso internacional". Y desde entonces diferentes anécdotas de su amistad (hasta que el escritor falleció en 2013) se pueden leer en este libro donde también aparece Miguel Barceló, Salvador Clotas, Cabrera Infante o Dalí que la llamaba "señorita Regasol".