'Sing-along' o cómo sentirse toda una estrella de musical en un cine de verano
- El cine subtitulado con karaoke al aire libre triunfa en España
- La fórmula nació a finales de los 90 en un festival gay de Londres
¿Quién no ha querido sentirse alguna vez como John Travolta en Grease o Jennifer Gray en Dirty dancing? En la respuesta a esta pregunta reside gran parte del éxito en todo el mundo del Sing-along, una mezcla de cine de verano, karaoke y animación en directo que también triunfa en nuestro país desde hace dos años.
Eider Esnaola y Josh Sánchez, dos de los actores que invitan al público madrileño a cantar y bailar con ellos canciones como "Summer nights" o "(I've had) The time of my life", han explicado en Las mañanas de RNE en qué consiste exactamente la fórmula, nacida a finales de los noventa en un festival gay de Londres con The Rocky Horror Picture Show.
El espectador llega más o menos una hora antes del pase de la película, un clásico del cine musical como las citadas Grease y Dirty dancing o Moulin Rouge y Mamma mia!, y recoge un kit de participación con objetos relacionados con la cinta, como pelucas y gafas. Pertrechado con ellos, puede fotografiarse en un photocall, tomarse un refresco o aprenderse las coreografías en compañía de los animadores, convenientemente caracterizados como los personajes del filme.
"En cuanto la gente entra por la puerta, aunque ya saben más o menos a qué vienen, ya se encuentran con una historia que les envuelve, entran en otro mundo, sabes que te puedes permitir el lujo de hacer muchas cosas que tienes prohibido en un cine o en un teatro habitualmente", subraya Eider Esnaola, que añade que hay quien llega disfrazado de casa.
El 'efecto Pretty woman'
Comienza la película. Con subtítulos, claro, para que todo el mundo pueda cantar las canciones, aunque realmente no importa demasiado. "Un día -cuenta la actriz- dijimos 'no pasa nada si no os sabéis la letra que aparece en la pantalla, cantad nananá', y el nananá triunfó. Todo el mundo se pasó toda la película con el nananá, nananá".
En España se han proyectado con esta modalidad Sing-along hasta 17 títulos, pero las que funcionan mejor son las que tiran de nostalgia, como Grease y Dirty dancing. "Es el mismo efecto que tiene Pretty woman cuando la echan por la tele: todo el mundo la ha visto 40.000 millones de veces, pero la vuelve a ver", señala Josh Sánchez, que destaca también que el público de esta singular propuesta es muy variado.
"Depende de la película. En Dirty dancing suele haber uno más femenino. Con Grease hay muchas familias, porque ha pasado de generación en generación. Y Moulin Rouge es para gente más veinteañera", apunta.