Qué falla en la lucha contra la violencia de género
- Las mañanas de RNE lo analiza desde diferentes puntos de vista
- El de la víctima, el de la seguridad, el de la justicia y el de la educación
2017 ha tenido un inicio trágico. En los primeros 61 días del año han sido asesinadas 15 mujeres, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad, y otro caso está aún bajo investigación, igual que el ocurrido este miércoles en Vicálvaro (Madrid).
Esa es al menos la cifra oficial porque las asociaciones de mujeres elevan a 20 el número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en este 2017. Lo que supone el peor inicio de año desde 2003, un año antes de que se pusiera en marcha la Ley Contra la Violencia de Género.
¿Por qué ocurre? ¿Se pueden evitar los asesinatos machistas? Las mañanas de RNE ha querido analizarlo desde diferentes puntos de vista. Porque el problema de la violencia de género es de educación, es de seguridad, se necesita más coordinación y más personal. Pero también es de recursos sociales porque a la mujer que denuncia hay que protegerla y ayudarla, a ella y a sus hijos.
Un compromiso de toda la sociedad
Elena Palacios, inspectora jefe del área de seguimiento y control de violencia familiar del Cuerpo Nacional de Policía, recuerda que denunciar cualquier delito público es una obligación moral y legal para profesionales y particulares, y por eso demanda "compromiso de todos para que llegue la denundia y el engranaje de protección a la víctima empiece a funcionar".
Porque como apunta Vicente Magro, magistrado en la Audiencia Provincial de Madrid, "los fallos y defectos que hay ahora mismo en la legislación son varios, para empezar: la mujer tiene que tener una valoración de riesgo en el momento en el que pone la denuncia porque no todos los riesgos son iguales". "Y hay muertes que se podrían haber evitado si se les pudiera haber dado protección, si hubiéramos podido llegar a la vícitima porque la familia lo ve, los sistemas sanitarios lo detectan etc.", asegura la inspectora Palacios.
Ana Bella, superviviente y presidenta de la fundación que lleva su nombre para ayudar a mujeres maltratadas, también ha asegurado que "falla el entorno, los que tenemos alrededor son conscientes pero no hacen nada para ayudarnos a las vícitimas".
Casada desde los 18 años, sufrió malos tratos psicológicos y físicos durante 11, hasta que una noche se escapó de su casa con sus cuatro hijos. Sus amigos dejaron de llamar cuando su marido cogía el teléfono y pedía "que la dejaran tranquila porque ya era una mujer casada", su familia no preguntaba y su suegra le decía que se portara bien.
"Dar el paso de contarlo y denunciar es muy difícil, hay que ser muy valiente para romper el silencio, mi marido me decía que me pegaba porque me quería porque si no me quisiera me abandonaría y como yo estaba aislada de todo lo asumía como un lavado de cerebro".
Denunciar conlleva riesgo
Magro, pionero, entre otras cosas, de los primeros programas de Reeducación de Condenados por Violencia de Género, ha asegurado que no se puede abocar a la mujer a que denuncie sin garantías de protección por parte del Estado porque "la mujer que toma la decisión de querer recuperar su libertad está dando un paso también a un incremento del riesgo a que la maten".
Y por ello asegura que lo primero es fomentar la información a la víctima. ¿Qué puede hacer una mujer que está siendo víctima de maltrato?. Y en segundo lugar, decirle que el sistema le va a dotar de una serie de medidas de protección para que sepa que si denuncia el sistema le va a apoyar.
Según apunta Magro casi 600.000 mujeres están siendo víctimas de maltrato en España pero pocas más de 100.000 lo han denunciado.
Educación en valores que no diferencie roles de hombre y mujer
Dicen los expertos que la violencia de género no podrá ser erradicada si no se busca y se ataja el machismo que aún perdura en la sociedad. Y eso, hay que hacerlo desde la escuela y las familias. Así lo defiende Luisa Nieto, psicóloga de la Fundación Aspacia que trabaja para eliminar la violencia en todas sus expresiones, proteger a las víctimas y promover la igualdad.
"Cualquier hombre, de cualquier edad, nivel socio económico y cultural puede ser un agresor y cualquier mujer una vícitima porque todos hemos crecido con la misma educación y se necesita una educación en valores que no diferencie en roles distintos para la mujer y para el hombre", ha explicado Nieto. "De la misma forma que hemos aprendido a posicionar a la mujer en una posición sumisa y al hombre en una posición superior, se puede desaprender y volver a aprender, todos los hombres son reeducables, pero para ello tiene que haber conciencia global para poder luchar en este camino conjunto que es la violencia de género".
A lo que Ana Bella apunta: "Yo hago un llamamiento para que los padres eduquen a las niñas para que sean asertivas, que tengan amor propio y que se quieran primero a ellas mismas antes que a los demás. Si las criamos empoderadas, nunca serán maltratadas".
Desde el Gobierno se ha decidido mejorar la coordinación entre los distintos ministerios implicados y crear una mesa de seguimiento permanente. Es importante entender por qué por la mente de un hombre pasa el pensamiento de asesinar a su pareja. Por eso, 200 condenados por violencia machista van a ser entrevistados. El objetivo es fijar un patrón de conducta.
El 016 es el el teléfono de ayuda a las víctimas. Es gratuíto y no deja rastro en la factura telefónica aunque sí en el registro de llamadas del teléfono por lo que las vícitmas deben recordar que hay que borrarlo tras realizar la llamada.