10 consejos para una alimentación saludable: aliados y enemigos de la dieta mediterránea
- Las mañanas de RNE resuelve dudas sobre algunos alimentos
- Con el catedrático de Medicina Preventiva Miguel Ángel Martínez-González
¿Elimino el panga de mi dieta? ¿Y la leche? ¿Es sano que mi hijo tome frutos secos?
Seguro que estas preguntas han rondado por su cabeza en más de una ocasión, porque el interés por la alimentación y sus efectos ha aumentado en los últimos años.
También es una preocupación presente en los medios de comunicación, por eso en Las mañanas de RNE han invitado a Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y profesor visitante de la Universidad de Harvard, para resolver dudas con respecto a algunos alimentos.
Queda suficientemente demostrado que la dieta mediterránea reduce en un 30% las enfermedades cardiovasculares y previene la diabetes tipo 2 y los problemas circulatorios. Así lo demuestran los resultados del proyecto PREDIMED, un macroestudio desarrollado a lo largo de 10 años para prevenir enfermedades siendo fieles a esta dieta tan completa en la que, no obstante, hay que matizar algunos alimentos, tal y como indica Martínez-González, que ha hecho un repaso detallado de los siguientes alimentos:
Pan blanco
"Tiene un alto índice glucémico, por lo que lleva a mayor obesidad. Mejor sustituirlo por pan integral y en menores cantidades", ha asegurado el catedrático y ha recomendado leer la etiqueta del producto, porque "el verdadero pan integral es el que contiene más de un 75% de harina integral".
Pan tostado
¡Cuidado con tostarlas demasiado!. "Si está quemada, cuando se ven claramente zonas negras -al igual que con la carne a la brasa- no se debe tomar", porque cuando hay combustión de un elemento vegetal y esto llega a nuestro organismo es cancerígeno, ha asegurado.
Pescado: mercurio y anisakis
"El problema del mercurio creo que tiene más de mito que de realidad", ha afirmado Martínez-González, quien ha continuado explicando que según los estudios realizados por PREDIMED, a pesar del alto consumo de pescado que hay en la dieta mediterránea, no hay efecto adverso del mercurio sobre la enfermedad cardiovascular. En cuanto al anisakis, ha recordado que con la preparación adecuada del pescado y si no se toma crudo, no hay problema.
Panga
Asegura que a pesar de los indicios de que no sea el pescado más recomendable, aún faltan estudios epidemiológicos específicos a largo plazo que digan qué les pasa a las personas si consumen panga a lo largo de años.
Frutas y verduras
Según Martínez-González, todo lo investigado demuestra que son muy sanas y que "a mayor consumo, menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y moratlidad". Pero lo importante, advierte, es usarlas como sustituas: "Quitar lo insano de la dieta para poner más fruta y verdura".
Aceite de palma
Es una mala opción, porque tiene mucha grasa saturada y se sabe que es lo que más sube el colesterol malo. El aceite de coco es muy similar al de palma en cuanto a su composición.
Aceite de oliva virgen extra
A la hora de elegir un aceite, después del estudio hecho por PREDIMED, donde los participantes tomaron 15 litros de aceite de oliva virgen extra cada tres meses, "hemos visto tantos beneficios que no hay ninguna razón para no consumirlo como grasa culinaria fundamental y prácticamente la única", ha explicado.
Frutos secos
"Si los analizamos químicamente tienen mucha grasa, muchas calorías. Pero en los estudios a largo plazo vimos que quiénes consumían 30 gr. de frutos secos al día ganan menos peso que quiénes no los toman. Sobre todo en el perímetro de la cintura". Conclusión: sustituir otros snacks por frutos secos ayuda a controlar el peso.
Vino y otras bebidas alcohólicas
"Nunca alentaría a un abstemio a consumir alcohol para prevenir enfermedades, pero quien consume alcohol de forma habitual sí puede tomar vino para prevenir enfermedades que adopte un patrón mediterráneo". Es decir, mejor vino que cerveza y prácticamente no consumir otros licores. Mejor tinto, siempre en las comidas, y lo ideal son siete copas repartidas en la semana. Recomendación: una copa y media al día para las mujeres y dos o tres máximo en varones y nunca pasar de cuatro copas en una ocasión.
Leche y yogures
No es necesario consumirla. Un adulto puede tener una dieta perfectamente sana sin tomar leche. "Dentro de los productos lácteos, cada vez tenemos más certezas de que son mejores los lácteos fermentados como el yogur, que incluso hay estudios que dicen que son buenos para prevenir la diabetes tipo 2", concluye el catedrático.
Miguel Ángel Martínez-González también ha incidido en que lo más importante es inculcar los buenos hábitos alimenticios y el autocontrol ante determinados alimentos desde la infancia.