Antonio Pampliega: "Me he dado cuenta de que ningún reportaje merece mi vida"
- El periodista cuenta en un libro sus 299 días de cautiverio en Siria
- Afirma que no volverá al país, pero seguirá trabajando en zonas en conflicto
El periodista Antonio Pampliega ha presentado en Las mañanas de RNE su libro En la oscuridad (Ediciones Península), en el que relata cómo fueron sus 299 días de cautiverio en Siria, donde fue secuestrado junto a Ángel Sastre y José Manuel López entre mediados de julio de 2015 y mayo de 2016, aunque él se llevó la peor parte: durante siete de esos diez meses lo mantuvieron aislado al ser tomado por un espía.
Preguntado acerca de si volvería a Siria, contesta que nunca. "Se lo prometí a mi familia. Y también me he dado cuenta de que ningún reportaje merece mi vida", afirma el periodista que, a pesar de todo, piensa seguir trabajando en zonas en conflicto, aunque con menor grado de peligrosidad que Siria.
"Quiero seguir dedicándome a lo que me he dedicado desde hace nueve años. Nadie, ni mucho menos esta gente, va a cambiar mi modus vivendi, que es lo que quieren con los atentados, como por ejemplo el de Manchester", asegura Pampliega, que añade que el mundo sería más opaco sin periodistas: "Por eso hay que seguir yendo. Se lo merecen los sirios, los libios, cualquier persona".
En la oscuridad ha sido escrito en su mayor parte durante su cautiverio. Los captores, de la rama de Al Qaeda en Siria, le permitieron disponer de un cuaderno y un bolígrafo. En primer lugar hizo con ellos un calendario en el que poder ir tachando los días, pero después comenzó a usarlos para explicar a su hermana pequeña, Alejandra, lo que le estaba ocurriendo.
Entre los momentos más duros que se cuentan en el libro están su separación de los otros dos periodistas secuestrados, un intento de ejecución y "cuando uno está desesperado y decide quitarse la vida porque no aguanta más".
Por increíble que parezca, también se narran momentos de humor, que los hubo: "Ese señor de Alepo que entra en mi celda y que no sé si al día siguiente me va a cortar la cabeza me dice que él también es del Madrid". O los motes que él y sus compañeros pusieron a los secuestradores, como Naranjito o Espiquinglis.
Antonio Pampliega fue liberado el 7 de mayo de 2016, jornada en la que más bien pensó que iba a ser ejecutado. "Espiquinglis se dirigió hacia mí y me dijo: no nos olvides. Me pusieron unos grilletes y una capucha y yo pensaba que hasta ahí habíamos llegado. Por una parte estás acojonado, pero también sientes mucha liberación: ya está, se va a acabar".
¿Cuándo fue consciente entonces de que era libre otra vez? "Hasta que no me quitan los grilletes, veo a mis dos compañeros y me dicen: ahí está Turquía, idos de aquí y no volváis".