Lila Downs dedica 'Salón, lágrimas y deseo' a las mujeres empoderadas
- "Aquellas que sobreviven [a la violencia] y siguen sintiendo amor"
- La cantautora ha presentado su duodécimo disco en Las mañanas de RNE
El padre de Lila Downs, un profesor universitario de cinematografía estadounidense, se econtraba grabando una película sobre el pato azul que emigra de Canadá a la península de Yucatán cuando conoció a una mujer indígena mixteca. Una cantante de cabaret -que se escapó de casa cuando la querían casar con 14 años- con la que se topó en Ciudad de México.
De la unión de estos dos mundos tan diferentes nació la cantante y esa mezcla racial y cultural sigue estando presente en su vida personal y profesional.
La artista, ganadora de cuatro Grammys Latino y un premio Grammy, se encuentra en España de promoción con Salón, lágrimas y deseo, una dedicatoria a México y Estados Unidos, pero sobre todo, un disco dedicado a las mujeres empoderadas, aquellas que "a pesar del peligro de violencia sobre ellas, sobreviven y siguen sintiendo amor", ha explicado en Las mañanas de RNE. Un mensaje que, asegura, es "importante" para ella "para seguir sobreviviendo".
Acompañada de un gran abanico y colorida de pies a cabeza, la cantante ha explicado también que este álbum, el duodécimo de su carrera, está muy inspirado en el cine y la música de los 40 y 50, "los clásicos", pero rehaciéndolos de otra manera, "por ejemplo, tocando un cántaro de barro en lugar de un bongó" en uno de sus temas.