El Barrio: "Uso las palabras del pueblo, de andar por casa, y luego la gente hace suya la canción"
- Las costuras del alma es el último disco del gaditano, con 13 temas sobre desamor
- "La letra es lo que más me importa siempre porque es lo que define la transmisión"
Desde la emisora de RNE en Cádiz, su tierra natal, El Barrio ha presentado en Las mañanas de RNE su último disco, Las costuras del alma. Un álbum con el que el cantautor gaditano ha entrado directamente al nº 1 en la lista oficial de ventas y en la lista de Top streaming y con el que ha logrado el disco de platino en tan solo una semana desde que salió al mercado.
El primer single, que da títtulo al trabajo y publicó en septiembre, vino acompañado de un videoclip que cuenta con casi 10 millones de visualizaciones en YouTube. En él son protagonistas una máquina de coser y un José Luis Figuereo envejecido porque "pretendía meterme en la piel de un viejo sastre que va cosiendo almas que están rotas por el desamor" - ha explicado - "y me hablo a mí mismo de joven diciéndome que no me enamore tan profundamente que voy a terminar loco perdío".
Canta al desamor con el lenguaje de la calle
El hilo conductor de este disco con 13 canciones es precisamente esa cara amarga del amor. Cree que "el mundo está a falta de amor", pero como todo en la vida, "también en el amor debe ser todo en su justa medida".
Nacido en el humilde barrio gaditano de Santa María "en el que las vecinas se intercambiaban la sal y la hierbabuena y la que tenía la máquina de coser era la reina", El Barrio se ha posicionado en lo más alto de las listas de ventas con 12 discos editados en el mercado desde que publicó el primero (Yo sueno flamenco) en 1996.
Su secreto es "usar las palabras del pueblo, de andar por casa, y ya la gente hace suya la canción según el momento que esté pasando".
Reconoce que necesita el silencio para componer, lo hace siempre con su guitarra en el estudio que tiene en su propia casa, aunque asegura que la inspiración le puede pillar en cualquier sitio "no bajo al estudio y espero a que lleguen la musas". Por eso tiene siempre a mano el móvil con la grabadora preparada.
Un respeto por el público que es mutuo
"Para mí lo más importante es la letra porque es lo que define la transmisión, que para mí es lo importante, en cualquier arte si tú trasmites eres un genio, ahora como tú no trasmitas, no creo que llegues a na".
Quizá por eso una de sus mayores preocupaciones es olvidarse de esa letra en los conciertos. Algo con lo que incluso sueña. "Mis pesadillas siempre son las mismas: alguien me presenta, salgo al escenario y digo, no me acuerdo de nada así que voy a cantar otra cosa, bulerías o lo que sea", confiesa entre bromas.
Su tranquilidad es que sabe que siempre cuenta con la complicidad de su público, a quien él respeta por encima de todo.
"El músico debe comer de la música, si mi hija tiene hambre no le voy a dar de comer un trocito de premio con kétchup, tenemos que tener público y eso se consigue no engañando a nadie, cantando la realidad de la vida y sin enrevesar demasiado la música".
El 19 y 20 de enero de 2018 actúa en el WiZink Center de Madrid, un espacio que ha llenado 17 veces a lo largo de su carrera "y si Dios quiere lo llenaré dos veces más".
Pero antes, el 1 de enero a las 22:00 h., se emitirá en La 2 de TVE el concierto Esencia que protagonizó en el Teatro Real en julio de 2015, y que es uno de sus directos más espectaculares. "Con 90 músicos sobre el escenario, más mis músicos, un coro de gospel... yo que sé, llevamos un elenco de cosas importantísimas y fue una gran experiencia para mí".
De "corazón merengue" y gran aficionado del Cádiz, equipo de fútbol para el que "¡ahí estamos!" dicho entre risas es la mejor frase que se le ocurre para definirlo, ha comentado además su faceta como canaricultor "tengo unos 200 canarios que cuido con ayuda de mi padre y si tengo tiempo y sale algún ejemplar bueno de verdad me presento a campeonatos, así echo el rato y me sirve también para hablar de otras cosas que no sean la música".