El alquiler: ¿Una nueva burbuja inmobiliaria?
- Cada vez se compra menos y se alquila más
- Uno de cada cuatro pisos en España se ofrece en alquiler
España ha sido, y todavía es, un país de propietarios. Llevamos el ladrillo en el ADN. Sin embargo, en los últimos años, la tendencia está cambiando. Los sueldos bajos, la falta de estímulos fiscales y el endurecimiento de las condiciones para acceder a una hipoteca han dejado a miles de familias sin la opción de comprar.
Esto, sumado a la elevada rentabilidad del alquiler, está generando una nueva burbuja que han analizado en Las mañanas de RNE con Julio Rodríguez, doctor en Económicas y estadístico del Estado; Irene Sabaté, miembro del Sindicat de Llogaters, y Javier Gil, investigador y sociólogo de la UNED.
Uno de cuatro pisos en España, se alquilan
Hace una década, sólo un 7% de los pisos se destinaban al alquiler. Hoy, ese porcentaje ha aumentado hasta casi el 25%. Esto es uno de cada cuatro.
Los pisos en alquiler vuelan en cuestión de horas a pesar del precio y de unas condiciones cada vez más draconianas. El alquiler ha supuesto la mejor alternativa para los jóvenes cuyos sueldos les han desplazado de la propiedad. En el último año, los alquileres han subido de media un 4,2 %, un porcentaje que en ciertos barrios de Madrid o Barcelona se ha disparado hasta el 14% y esto, aumenta la morosidad.
Según datos del Poder Judicial, en 2017 se produjo un centenar de desahucios al día por no pagar el alquiler. Los inquilinos tienen poco margen de maniobra. Primero porque la oferta es muy limitada, segundo por la propia legislación. La ley de arrendamientos urbanos de 2013 redujo la duración máxima de los contratos de 5 a 3 años. Según los expertos, esa renovación no favorece la contención de los precios. Además, el mercado del alquiler está en un puñado de manos.
En Barcelona, una decena de sociedades controlan casi 3.000 apartamentos y son los que marcan la tendencia. Cuando ellos suben los precios, los particulares también.
Y en todo esto hay que sumar la aparición de la plataforma Airbnb para terminar de formar la tormenta perfecta. Aproximadamente una de cada cinco casas del barrio de Sol, en Madrid, se ofrece en esa plataforma de alquileres turísticos. Si ampliamos el foco a todo el centro de la capital, la cifra se acerca a uno de cada 10. Hoy hay barrios de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca o Ibiza (y apenas ninguna urbe más) tomados por los turistas que se alojan en esos pisos de vacaciones, cuyas rentas son más elevadas que las del alquiler estable.