Màxim Huerta: "'Firmamento' incluye lo más erótico que he escrito hasta ahora y me costó"
- El colaborador de Gente despierta nos ha presentado su séptima novela
- Vuelve a ver el videoencuentro en la página de Facebook de Radio Nacional
Firmamento es la séptima novela del escritor y periodista Màxim Huerta. El colaborador de Gente depierta ha contado en un videoencuentro en la página de Facebook de Radio Nacional que se trata de "una novela que va muy veloz" porque quería que el lector "se la bebiera como si fuera un baño".
Protagonizada por Mario, un escritor, y Ana ("dos pilares con grietas a las que necesita echarse firmamento, como se decía antes"), la novela cuenta la historia de estos dos personajes "que intentan huir cada uno de sus vidas y de sus mentiras", ha explicado el escritor y periodista.
"Es la misma historia, del mismo mar, pero con diferente temperatura [...] como si fueran olas de un mismo mar, cada uno cuenta la historia desde sus emociones, desde sus sensaciones".
Es también la historia de su juego amoroso y a través de ello se habla de soledad, de cambio, de arrepentimiento y de mentira ("Mentir es la primera ficción que aprendemos en la vida"). Y la propia novela juega con la verdad y la mentira. "¿Estás leyendo la novela que está escribiendo Mario o la historia que están viviendo ellos?", se pregunta Màxim.
Esta misma historia vista por sus dos protagonistas transcurre en el Hotel Formentor de Mallorca, refugio de novelistas, poetas y músicos, situado frente a la idílica playa del mismo nombre.
Un lugar "que tiene algo de La isla del Tesoro, no hay nada alrededor, es solo un hotel en un lugar paradisíaco en el norte de Mallorca". Y "es una novela de agua salada: agua, sudor y mar".
Y la parte del sudor no es sudor deportivo, aclara, así que obviamente hay una relación sexual en ese mar. "Es lo más erótico que he escrito hasta ahora y me costó", ha confesado el valenciano, quien también ha contado que ha disfrutado mucho escribiendo Firmamento.
Al final del Facebook Live le hemos propuesto un juego de preguntas y respuestas cortas que van y vienen, como las olas, y en ellas ha contado que le gustaría que el mar le trajera una nueva niñez y se llevara la que vivió de verdad. También que no echa de menos los platós de televisión, ("me han ofrecido programas para los que no era el momento") que es pudoroso frente a los halagos y que necesita el mar "porque me relaja, porque me evade, porque me inspira y porque es donde está mi madre".