Irene González, la gallega que jugaba al fútbol en falda
- Fue portera, capitana y la única mujer del Irene Club de Fútbol, un equipo masculino
- Generaba gran expectación en el público y poseía unas altas cualidades físicas
En una tierra como Galicia todo es posible. Prueba de ello es que en los años 20 existió una gallega que jugaba al fútbol en falda en un equipo de hombres. La portera de aquel club era Irene González, un caso único de valentía y amor por el balón.
Las mañanas de RNE ha hablado con Óscar Losada, director del documental Irene, a porteira que divulga la figura de esta mujer futbolista.
A principios del siglo XX no había equipos femeninos, por lo que Irene decidió demostrar su pasión y sus altas cualidades físicas junto a otros 10 varones. Llegó incluso a ser capitana del equipo, al que pusieron su nombre, Irene Club de Fútbol.
Como portera ocupaba “una posición específica y vital”, en palabras de Óscar Losada. Aunque no existía aún una liga profesional, se jugaban partidos de exhibición y amistosos y la gente iba a verla, los campos se llenaban. Se creaba gran expectación no solo dentro de Galicia, sino también fuera de este territorio.
Esta pionera del fútbol femenino tuvo que enfrentarse a su padre, que no quería que jugase y a los prejuicios de toda una sociedad. No obstante, hizo disfrutar al público y su repercusión queda demostrada en algunas menciones que se han encontrado en periódicos y cartas.
De personalidad fuerte y decidida, era una más del equipo. “El fútbol podía más que todo”, ha comentado Óscar.
Desgraciadamente, la información sobre Irene González es muy escasa y solo existe una foto de ella. El director contó para el documental con el testimonio del jugador Rodrigo García Vizoso, guardameta del Deportivo de La Coruña, que murió en el 2009 a los 100 años. “Hay muy poca gente que la viera y que tuviera contacto con ella”, ha admitido apenado el documentalista.
Irene a porteira es un documental que solo dura nueve minutos, pero que cuenta una gran historia sobre una mujer que desafió todos los cánones y luchó por hacerse hueco en el masculino mundo del fútbol.