Relojes: notarios del tiempo
- May Ruiz, J. Daniel Barquero y José Mª Galisteo mueven las agujas de este Memoria de delfín
- Con Maruja Torres recordamos el Premio Nadal de 2009 por Esperadme en el cielo
Nos conectan y desconectan, nos orientan, nos sitúan y, sobre todo, ordenan nuestros días. Memoria de delfín se adentra esta semana en la eterna lucha del ser humano por conocer la hora, y en los instrumentos extremadamente precisos que el hombre ha utilizado con este fin desde la antigüedad: los relojes.
De sol, agua, arena, de bolsillo, de pulsera… de todos ellos hablamos en nuestra última madrugada, con especial atención a los alojados en torres, como el famoso Big Ben londinense, que se puso en marcha el 7 de septiembre de 1859.
Desde Cádiz nos escucha la historiadora May Ruiz, autora del libro El Palacio del Tiempo: Museo de Relojes de Jerez. “El primer reloj de torre que aparece en Francia en el siglo XIII, ya puede considerarse una obra de arte”, explica la escritora, con quien además descubrimos que el museo jerezano fue fundado por el empresario José María Ruiz-Mateos, ya fallecido.
Por otras vitrinas se ha pasado José Daniel Barquero, investigador y creador del Museo Internacional de Alta Relojería de Bolsillo (MIARB), que interviene desde Rne Barcelona, recordando la figura del maestro relojero Losada, donante del reloj que hoy preside la Puerta del Sol (Madrid). Con Barquero rescatamos algunas de las historias curiosas sobre este mundo emitidas en Radio 5, como la que asegura que “los relojeros las prefieren pelirrojas”.
Al teléfono, contamos con José María Galisteo, director gerente de la relojería La Puerta Real (Jerez) y responsable de Comunicación de la Asociación Nacional de Profesionales Relojeros Reparadores (ANPRE). Con él indagamos en la profesión de artesano y en la rama con mayor futuro, “la restauración”, sostiene.
Un cuarto invitado, de la mano de Sonia Castelani, es el relojero y restaurador Rafael González, con quien visita algunos de los relojes de torres y campanarios más importantes del mundo, como el de la catedral de Cuzco.
En la segunda hora de programa, Antonio Vicente resume los acontecimientos más relevantes que nos dejó 2009, fecha en la que se conmemoró el 150 aniversario del Big Ben. El año de la crisis, el polémico Nobel concedido a Obama, el secuestro del Alakrana, el estreno de Avatar y Celda 211, y el Premio Nadal cosechado por Maruja Torres por Esperadme en el cielo, una novela de fantasmas protagonizada por la propia autora, en la que se reencuentra con dos amigos muertos, los escritores Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán. “Es un libro que en el fondo tiene una especie de consuelo profundo. A mí me consoló. Vivía en Beirut por entonces y, pese a la locura de aquello, los echaba mucho de menos”, reconoce a Arturo Martín.
Precisamente, en la cobertura en zonas en conflicto nos introduce Patricia Costa a través del libro Reporteras españolas, testigos de guerra. De las pioneras a las actuales (Debate), un trabajo de Ana del Paso que recoge testimonios como el de nuestra invitada, pero también las vivencias de nuestra compañera Cristina Sánchez, entre otras.
En territorio mucho más pacífico se coloca Alberto Maeso en su repaso semanal a los medios de la época, centrando su atención en las señales horarias, en la franja inamovible de los informativos y en la importancia del tiempo en los concursos televisivos.
Los últimos movimientos de nuestras agujas, los ajusta, como cada semana, la música y los ritmos de Juan Otero, en esta ocasión con la ayuda de Roseanne Cash, Muse, Holly Williams, Paloma Faith y otros artistas que tuvieron algo que decir en 2009, nuestro año protagonista.