'Rámper, vida y muerte de un payaso', 'La voz dormida' y 'El silencio de Elvis'

• Sandra Ferrús desde RNE en San Sebastián, Imanol Ituiño en nuestros estudios en Bilbao
• En la Casa de la Radio, María Folguera, Juan Paños, Elías González y Laura Toledo

La sala - 'Rámper, vida y muerte de un payaso', 'La voz dormida' y 'El silencio de Elvis' - 10/03/10

Comenzamos escuchando a Marisa Paredes, Premio a Toda una vida de la Unión de Actores que, hace años, también reconoció la labor de Elena Cánovas y Teatro Yeses, que ahora recoge en un documental Miguel Forneiro.

Moby Dick, dirigido por Andrés Lima e interpretado por José María Pou, sigue surcando mares en espacios de toda España tras salir del Teatro La Latina de Madrid. Muy cerca de allí, en el Teatro Español, Mi niña, niña mía, de Itziar Pascual y Amaranta Osorio, dirigido por Natalia Menéndez.

Jorge García Palomo grita eso de “¿Algún cómico en La sala?” y aparece Coria Castillo, que se considera payasa desde niña y luchando por el humor sin límites. Hasta el “Territorio Osinaga” llega la instalación escénica Macho Man, de Álex Rigola y Heartbreak Hotel.  Montse Soto nos habla del musical Flashdance en el Teatre Tivoli de Barcelona.

Convocamos a Laura Toledo, con La voz dormida, y a Sandra Ferrús y Elías González, con El silencio de Elvis, dos montajes con muchas cosas en común: abordan voces silenciadas, sus protagonistas son hermanos, terminan temporada en Madrid e inician gira por España… ¡Y más cosas!

Rámper, vida y muerte de un payaso es un montaje creado por Cancamisa Teatro, compañía de Imanol Ituiño y Juan Paños. Se podrá ver la semana que viene en el Teatro Circo Price de Madrid, en unos días donde se tirará de la memoria en diferentes convocatorias programadas por su directora, María Folguera.

Mauthausen. La voz de mi abuelo quiere transmitir el testimonio real de un protagonista de nuestra historia reciente, a partir de los recuerdos grabados directamente por él mismo antes de morir, a los que da vida Inma González, su propia nieta. Se lo cuenta a nuestro cómplice David Vicente.