Thelma Aldana, ex fiscal general de Guatemala: "La corrupción del Estado guatemalteco es la norma y no la excepción"
- Aldana estuvo al frente del Ministerio Público entre 2014 y 2018
- La Comisión contra la impunidad en Guatemala con la que trabajó estrechamente ha sido expulsada del país
‘Demostramos que se puede llegar a los delincuentes de cuello blanco. Al presidente de la República. No a uno. Al actual y al anterior y al anterior. Hay redes político-económicas ilícitas en Guatemala. El Estado está cooptado’, dice Thelma Aldana, serena desde fuera del país, en 'Cinco Continentes'.
Esta mujer, ha hecho de la lucha contra la corrupción su bandera. Su trabajo llevó al procesamiento de decenas de personas: empresarios, altos funcionarios y presidentes del gobierno. Dos. Álvaro Colón y Otto Pérez Molina, el mismo que la designó para el cargo. Trabajando en estrecha colaboración con la CICIG, comisión amparada por Naciones Unidas hoy expulsada del país por decisión gubernamental, puso la lupa sobre las actividades del actual presidente, Jimmy Morales y su familia. Le está pasando factura.
Se postuló, tras finalizar su mandato, para la Presidencia de la República (el proceso electoral culminó el mes pasado). Contaba con apoyo popular, sin embargo, no pudo concurrir. La justicia le atribuye delitos como malversación y fraude fiscal y ha dictado –la última la semana pasada- dos órdenes de captura contra ella. Esta mujer, que cuenta con reconocimiento internacional (el año pasado ganó el Premio Lifelihood, conocido como el nobel alternativo) asegura que están inventado casos, manipulando. Considera, desde el extranjero, que al final relucirá la verdad y asegura, tener la conciencia tranquila por haber hecho lo correcto. ‘Lo volvería a hacer’, dice Aldana pese a que en su país está considerada una prófuga de la justicia, se siente perseguida políticamente y recibe amenazas de muerte constantemente.
Lo cierto es que la fragilidad del sistema guatemalteco resulta evidente cuando uno repasa dónde están los presidentes que han ejercido desde el regreso de la democracia hace 30 años. Pocos quedan libres de escándalo. Si nos fijamos en la última carrera electoral, además de la de Thelma Aldana, fue anulada la candidatura de Zury Ríos, hija del dictador Efraín Ríos Montt. Un tercer candidato, Mario Estrada, fue detenido por su vinculación con el cártel de Sinaloa. En segunda vuelta, dos candidatos, el ganador, el presidente electo Alejandro Giamattei que se preentaba por quinta vez al cargo y Sandra Torres (ex primera dama en tiempos de Álvaro Colón) que pocos días después de la segunda vuelta fue detenida por presunta financiación ilegal en la campaña de 2015. ‘No podemos hablar de elecciones legítimas en Guatemala. Ni siquiera de una incipiente democracia.
Estamos ante un estado capturado que funciona en apariencia pero que está diseñado para generar impunidad’, asegura Aldana que cree que Alejandro Giamattei tiene un gran desafío al frente del gobierno. ‘Un día, no sé cuándo, la justicia, llegará a Guatemala’, sentencia con seguridad pero con el tono de melancolía de vivir lejos de un país cuya bandera, ondea, siempre que puede, con orgullo.