¿Qué hemos aprendido del coronavirus en el 2020?
- El Método es un programa de divulgación científica del Lab de RTVE en torno al coronavirus
- Desde marzo cada semana Luis Quevedo ha conversado con prestigioso científicos para aclarar las claves de la pandemia
- Coronavirus: última hora en directo | Mapa de España | Mapa mundial
- Municipios confinados | Evolución de la curva | Qué se sabe de la vacuna
- Santigo Campillo Brocal es biólogo molecular y divulgador científico
- Más noticias de ciencia en rtve.es/ciencia
2020 ya está acabando (con el sonido de alivio, por parte de muchas personas). Durante este año, el coronavirus ha sido el protagonista indiscutible de los medios, la atención y la preocupación.
El Método ha estado ahí desde abril, casi al comienzo, con todo el rigor científico, desvelando las claves de esta pandemia.
Nos despedimos rememorando todo lo aprendido durante estos meses sobre la COVID-19.
1 - Los virus aman las multitudes y el movimiento
Desde que se detectó hasta que se supo de qué se trataba, el SARS-CoV-2 tuvo tiempo de expandirse por todo el mundo. En apenas unos meses, la OMS alertó de la pandemia mundial. Para abril, comenzaron a asentarse las primeras certezas sobre la COVID-19 y abordamos las primeras y más acuciantes cuestiones: ¿cómo se podía controlar la presencia del coronavirus? La única respuesta por aquel entonces eran los test.
Hacer tanto PCRs como test serológicos, y hacerlos en grandes cantidades, ya se veía como una de las herramientas más necesarias para poder prepararnos adecuadamente contra la pandemia y futuros escenarios.
A finales de octubre han llegado los nuevos test rápidos de antígenos que son más sensibles, específicos, rápidos y alcanzan una sensibilidad superior al 95%, con una especificidad casi del 100%. Su presencia en la vida cotidiana ahorrará dinero y evitará tener que paralizarlo todo.
2 - Una pandemia como la de la COVID-19 se esperaba hace tiempo
Entre los misterios en torno al coronavirus, su origen sigue generando mucho debate. Lo que sí parece estar claro, desde un primer momento, es que todo comenzó por zoonosis, es decir, el salto del virus de un animal al ser humano.
“El virus ha salido de su norma, ha ido a colonizar otro organismo y al infectar a otro organismo que no es el suyo habitual empieza a provocar toda esta enfermedad”, afirma Carles Martínez Romero, virólogo del Icahn School of Medicine del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Víctor Briones, catedrático de Salud Animal de la Universidad Complutense de Madrid, subraya que “los mercados húmedos son el sueño de un patógeno para saltar de un individuo a otro”.
3 - Ningún ingeniero genético podría haber imaginado este virus
¿Por qué el coronavirus no es un virus de laboratorio? “Este nuevo virus se puede explicar por la combinación de dos factores: El primero son las mutaciones, los cambios que aparecen en las diferentes bases, y luego la mezcla de dos virus, que se llama recombinación”, aclara Raúl Rabadán, profesor asociado en la Universidad de Columbia.
Por su parte, Carlos Briones, investigador del Centro de Astrobiología del CSIC-INTA y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Virología también defiende su origen natural: “A nadie se le hubiera ocurrido ese tipo de mutaciones concretas, sino otras para fabricar un nuevo virus, si es que estuviéramos pensando en un origen artificial”.
4 - El coronavirus tiene una gran capacidad de contagio
¿Por qué la insistencia en "aplanarla" la famosa curva? Se trata de repartir el número de pacientes con fuertes síntomas a lo largo del eje temporal para que no pase por encima de un límite crítico. Ander Galisteo, Investigador de IMDEA Networks y de la Universidad Carlos III explica en palabras sencillas la capacidad brutal de contagio del coronavirus: “No es sólo que el número de personas contagiadas crezca, sino que la velocidad de crecimiento crece”.
5 - Mientras llega una solución efectiva, "la vacuna eres tú"
Al principio de la pandemia ya se soñaba con una vacuna o una solución farmacológica efectiva. Ignacio López-Goñi, catedrático Microbiología, Universidad de Navarra, nos dejó una frase memorable: “Cuando no tenemos una vacuna, la vacuna eres tú”. En 10 meses hemos asistido a una trepidante carrera por la vacuna contra el coronavirus. En enero comenzaron los trabajos para descifrar el genoma del SARS-CoV-2, y ya, en marzo, comenzaron las primeras pruebas clínicas de la vacuna en humanos.
La COVID-19 ha acelerando el proceso de desarrollo a una velocidad jamás vista, lo que nos permite a finales del 2020 ver el futuro con esperanza. Aún así, tenemos por delante muchas incógnitas y retos: ¿Cómo conseguiremos que la vacuna tiene que llegue a todas partes?
6 - Las posibilidades de reinfección son escasas
Tras la llegada del confinamiento a mediados de marzo, nos preguntamos cómo sería la nueva normalidad, qué posibilidad había de que llegara una segunda oleada y cómo conseguiríamos la inmunización frente al coronavirus. Los expertos ya nos lo dijeron: tardaremos un tiempo en volver a realizar las actividades cotidianas que conocíamos antes de la pandemia.
“Inevitablemente vamos a tener otra vez la propagación del coronavirus", advertía Esteban Moro, profesor visitante del MIT y de la UC3M.
Carlos Chaccour, Investigador del ISGlobal de Barcelona y de la Universidad de Navarra también tenía claro ya en mayo que “entre el 60 y 70% de la población tiene que ser inmune, antes de que se detenga la transmisión epidémica”.
7 - La ciencia todavía no ha podido demostrar que pasada la enfermedad seamos completamente inmunes
No está claro qué significa exactamente tener anticuerpos y si estos son protectores al 100%. Llevamos pocos meses conviviendo con este virus, "es muy poquito tiempo, pero sí sabemos que hace anticuerpos”, explica la investigadora del CSIC, Margarita de Val durante la primera ola de la pandemia.
8 - Nos enfrentamos a una evidencia ya ineludible: la responsabilidad de los aerosoles en la transmisión
Las evidencias ante la importancia de los aerosoles en la transmisión de la enfermedad son cada vez más abrumadoras. Hay algunas medidas ya conocidas por todo el mundo: mantener la distancia interpersonal y llevar una mascarilla homologada y bien ajustada, tapando la boca y la nariz.
Otras medidas menos populares: primar las actividades al aire libre, hablar más bajo o permanecer en silencio, ventilar las habitaciones, filtrar el aire, reducir el tiempo de exposición o hasta comprobar los niveles de CO2. Lo óptimo sería aplicar todas las medidas en una sola: reducir la exposición. Esto significa, por otro lado, intentar cumplir con todas las medidas posibles; es lo que podemos denominar "la estrategia del queso suizo".
9 - La hidroxicloroquina, la azitromicina, lopinavir, ritonavir, ya se sabe que no sirven frente al coronavirus
Hasta que la vacuna sea una realidad para todos, se sigue investigando nuevos tratamientos como los cócteles de anticuerpos que se están usando con éxito frente al coronavirus. El objetivo es tratar de combatir las manifestaciones más graves con antivirales.
"Hoy en día sabemos que muchos de estos medicamentos y los ejemplos más claros son la hidroxicloroquina, la azitromicina, entre ellos lopinavir, ritonavir, es decir, medicamentos que los utilizamos de forma masiva en los primeros pacientes [...] y que hoy conocemos perfectamente bien que no tienen ningún efecto beneficioso frente al coronavirus", afirma Benito Almirante, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona.
10 - Para alcanzar la inmunidad de grupo y una situación estabilizada, hará falta mucho más tiempo
Los expertos inciden sobre el hecho de que para alcanzar la inmunidad de grupo, necesitaremos tiempo y un buen sistema de rastreo de contagios.
"Podemos avanzar que el 2021 todavía va a ser un año de restricciones", comenta en El Método, Alex Arenas, catedrático de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Universitat Rovira i Virgili. "La vacuna ".
Rastrear y controlar la información sobre el coronavirus es la primera línea de defensa contra una pandemia cuyos estragos no imaginábamos a comienzos de año.
11 - Se ha calculado que aproximadamente en 10 días todas las personas dejan ya de transmitir el virus
¿Cuánto debe durar una cuarentema? Actualmente en España solo hay que esperar 10 días para cumplir la cuarentena. La investigadora del CSIC, Margarita del Val, nos recuerda en este sentido que el riesgo cero no existe: "Es casi imposible saber con certeza a qué carga viral se ha expuesto una persona" y aclara además, que no hay dos casos iguales: "la forma de infectarse y desarrollar la enfermedad es muy distinta para cada persona, por lo que no existen cifras exactas".
Adoptar una medida en un sentido económico y social y acortar el periodo de cuarentena, no cuadra con lo que la ciencia dice sobre el coronavirus.
12 - Desde que comenzó la pandemia se han identificado diversas variantes del SARS-CoV-2 con cambios en su secuencia genética
Los virus de ARN tienden a variar muy a menudo como medida de adaptación y cuando mutan pueden ganar una nueva habilidad para resistir condiciones adversas o reproducirse más eficientemente. Desde que comenzó la pandemia se han identificado diversas variantes del SARS-CoV-2 con cambios en su secuencia genética. Sin fármacos, vacunas o inmunidad en su contra, nada ha obligado al virus a adaptarse y mutar.
"Hasta ahora no hay ninguna evidencia de que ocasione una enfermedad más severa o menos severa que otra variante", aclaraba el Dr. Josep Quer, investigador del Vall d'Hebron Research Institute.
13 - Es necesario trabajar por una “Salud Global” de todo el planeta
Sabemos que el ser humano se está metiendo en ecosistemas sin el cuidado necesario. Quique Bassat, médico pediatra e investigador en el Instituto de Salud Global de Barcelona, advierte: “Las enfermedades ya no son locales, sino que son absolutamente globales ...aunque nosotros seamos capaces de controlar la epidemia local en nuestras fronteras, el problema será cómo evitar que se reintroduzca el virus".
“No podemos pensar que estamos aislados en el mundo, sino que somos parte de un todo”, añade Elizabeth Diago-Navarro, investigadora del programa de Ébola y Patógenos Especiales del Departamento de Salud de Nueva York.
14 - Existe el 'Covid persistente': afectados por la COVID-19 que muestran síntomas asociados a la infección vírica meses después de haberla pasado
Hablamos de síntomas como dolores de pecho prolongados, dificultad para respirar y fatiga o daños en corazón y pulmones. La OMS ya ha reconocido que hay pacientes presentando síntomas por coronavirus a largo plazo.
"De hecho, en todos los hospitales hay consultas abiertas que se llaman consultas pos-COVID-19", confirma Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología. "Pero lo importante ahora es saber si simplemente son secuelas o si es un síndrome", apostilla.
15 - Los niños contagian menos y parecen escaparse a las consecuencias más graves o, incluso a las leves, que produce el coronavirus
Los científicos nos han confirmado que la enfermedad es más benigna con los niños y son malos vectores de contagio. "Los niños son menos vulnerables, [...] a infectarse y, sobretodo, son menos vulnerables a la enfermedad grave. Esto lo hemos visto desde el principio y ha quedado muy claro", explica Quique Bassat, profesor ICREA y director del Programa de Malaria del IS Global.
16 - Esta pandemia nos ha enfrentado a varios dilemas: ¿Salud o economía? ¿Seguridad o riesgo?
Desde el principio en El Método nos hemos planteado cómo valorar las decisiones que debemos tomar para acabar con la COVID-19 y hemos consultado a científicos y filósofos cuándo es aceptable flexibilizar los principios éticos en la lucha contra la pandemia. ¿Por qué atender a un paciente antes que a otro?
17 - El bicho no sólo afecta a los pulmones, también debemos cuidar la mente
Además de unir ciencia y filosofía, desde El Método buscamos también la cara psicológica de la pandemia y aprendimos pronto que este virus no sólo afecta a los pulmones. Debemos cuidar la mente y tratar de aplicar una mentalidad de crecimiento.
“A pesar del sufrimiento, puede haber una experiencia de crecimiento personal o crecimiento colectivo”, explica Carolina Marín, profesora de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
18 - La ciencia sí vio venir la 2º ola de coronavirus y lo advirtió
Poco a poco todos nos hemos acostumbrado a la “nueva normalidad”. Mejor o peor hemos aprendido a convivir con la incertidumbre. Para los científicos, ya en el mes de mayo estaba claro que la posibilidad de rebrote en los siguientes meses era muy alta.
19 - La ciencia necesita de un impulso constante: Cuanta más ciencia hagamos, mejor vamos a vivir todos
Ahora que todos ponemos nuestros ojos en la ciencia buscando soluciones, muchos expertos nos han pedido una atención e interés por la investigación científica sostenida en el tiempo para poder dar respuestas a todos los retos que el futuro nos traerá. Este año, además hemos aprendido la importancia de estar bien informados, siempre con rigor y ciencia.
20 - Un test es lo único que puede determinar con seguridad la presencia de SARS-CoV-2
En octubre, con la sombra de la gripe estacional encima, diversos expertos como Pablo Murcia, profesor de Virología Integrativa de la Universidad de Glasgow, nos aclaraban las posibles sinergias entre los virus de la gripe y la COVID-19. ¿Estamos hablando de una tormenta perfecta?
Carlos Chaccour, profesor Universidad de Navarra e Investigador ISGlobal de Barcelona, señala que los virus estacionales -como el de la gripe- también facilitan la circulación del coronavirus. "Ventilar menos el estar más tiempo dentro de casa. La sequedad ambiental. Todos estos componentes se combinan para que todos los virus circulen a la vez y un sistema sanitario que ya está sobrecargado reciba a su vez otra andanada de virus con síntomas similares que a su vez exigen más PCR, más tiempo de médicos, más tiempo de enfermera y va a causar mucho más tensión".
21 - El coronavirus no afecta a todos por igual: distingue edades y genes
Aunque todos estamos expuestos de forma similar al Covid-19, sin embargo, existen varios factores que afectan más a unas personas que a otras. Conforme vamos envejeciendo, tenemos menos facilidad a responder a ciertas infecciones e incluso a ciertas vacunas.
“Los genes de las personas podrían ser responsables de una distinta respuesta frente a la infección ... y pudiéramos identificar qué fracción de la población son los que realmente pueden ser más vulnerables a sufrir la infección, serían estas personas las que deberían estar confinadas”, apunta Anna Planas, investigadora del IIBB-CSIC.
22 - Este virus ataca más a personas que viven en barrios de nivel socioeconómico más bajo
En España, tus capacidades económicas, medidas en función del barrio donde vives, determinan gran parte de tu vida y esto también se refiere a la infección del coronavirus.
"Existe una diferencia de tres veces más contagios en zonas de nivel socioeconómico más bajo”, Manuel Franco, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alcalá de Henares y la Universidad Johns Hopkins en EE. UU.
23 - Hay países que han sabido ganar la batalla al virus de los que podemos aprender
Algunos países han conseguido aplanar la curva más rápido que otros. Este es el caso de Corea del Sur, que, sin confinarse, ha conseguido superar esta crisis con uno de los índices de infectados más bajos del mundo.
El uso de mascarillas, los citados test, el rastreo de contactos y el aislamiento son las medidas adoptadas por el país asiático para frenar el coronavirus de manera eficaz.
24 - Para unas fiestas seguras: Información rigurosa y mucha responsabilidad
En El Método no podíamos despedir el año, y el programa, sin un conveniente episodio navideño: ¿cómo podemos enfrentarnos al coronavirus durante estos días señalados? ¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo de contagio? ¿Qué implican los test, las cuarentenas, los aerosoles y otros factores?
Todo esto, y más, lo tratamos en el capítulo 12, de El Método con el que queremos daros nuestro último regalo: el de la información. Y con esto, nos despedimos deseando unas felices fiestas y un 2021 feliz y seguro.