'El bar que se tragó a todos los españoles', una obra que reivindica el derecho a cambiar de rumbo tu vida
- Alfredo Sanzol, Premio Nacional de Literatura Dramática, es su autor y director
- Primera parada de la gira: Teatro Valle-Inclán de Madrid hasta el 4 de abril
El Teatro Valle-Inclán de Madrid acoge desde el pasado 12 de febrero la obra El bar que se tragó a todos los españoles, una comedia que pone sobre la mesa las dificultades que a uno se le presentan cuando decide hacer borrón y cuenta nueva. Hoy en día es muy habitual irse al extranjero a estudiar o trabajar. Sin embargo, el protagonista de la ficción, un cura treintañero en plena crisis espiritual, lo tiene algo más complicado por la época en la que vive: la España franquista. Entonces la sociedad era muy conservadora como para entender que un cura dejase de serlo, ha explicado Alfredo Sanzol, autor y director de la función de teatro que puede verse en la capital hasta el próximo 4 de abril.
El germen de la obra son las vivencias de su propio creador. En concreto, de su padre y lo que fue descubriendo de él con el paso de los años. En De pe a pa, Sanzol ha destacado que se trata de una historia que, por más que pueda sonar “increíble”, fue la realidad de muchos niños de la posguerra cuyas familias no podían costear sus estudios, por lo que se veían en la necesidad de inscribir a sus hijos en seminarios para poder darles una educación. Así arranca la historia de Jorge Arizmendi, un cura navarro de 33 años que decide dejar el sacerdocio y, en general, su vida en España para viajar a Estados Unidos a aprender inglés y marketing.
La obra es un intento de dar voz y “dignidad a todo el viaje, decisión y camino de vitalidad” que atravesó su padre, quien nunca encontró las fuerzas para contarle a sus hijos que en un momento de su vida fue cura. Sanzol se enteró de aquello por unas fotografías que otro familiar le enseñó cuando tenía 12 años.
Una de esas instantáneas es la que ocupa ahora el cartel de la obra. Muestra a su padre posando en el aeropuerto de Houston delante de un coche que compró a su llegada a los Estados Unidos. “Es un fotón que además habla muy bien de la función”, ha señalado su director.
El pasado es para enfrentarlo
Aunque la obra está basada en hechos reales, lo cierto es que cuenta con una buena dosis de ficción para vestir al personaje de “una entidad épica, grande, de aventura y de transformación vital”, ha puntualizado su creador. Y bajo esta premisa, introduce el resto de géneros como la acción, comedia o el romance. Precisamente, el último está muy presente en la obra al narrar, en cierto modo, la historia de amor de su madre y su padre.
De esta forma, introduce también el “choque cultural” entre ‘las dos Españas’: La rural y la urbana. Su madre era “una mujer de Madrid que sabía Francés y había viajado”, mientras que su padre era “un hombre mucho más rural”.
“La función reclama ese derecho a mirar el pasado a la cara”, ha defendido Sanzol, ya que “el pasado no es para sentirse ni orgulloso ni avergonzado. Hay que mirarlo a la cara y seguir adelante”.
Los bares, ese lugar de encuentro
El bar es uno de los lugares donde se desarrolla buena parte de la obra y que da nombre al título, sin duda, llamativo. Para Sanzol, los bares son la zona de encuentro de todo español. Son, a su juicio, “una especie de metáfora del país” porque entre esas cuatro paredes suceden toda una suerte de acontecimientos. Acudimos a los bares para celebrar y para combatir los malos momentos, para trabajar o simplemente para desconectar de nuestro día a día. “Siempre me ha parecido un lugar misterioso, lleno de posibilidades. He estado mil veces apoyado en la barra escuchando las historias de los demás, viendo la gente que entra y que sale. Quería hacer una obra sobre bares y españoles”, ha explicado el dramaturgo.
De esta forma, el público viaja por el mundo a través de diferentes bares. Desde Madrid hasta El Vaticano pasando por la América profunda. En un principio, la idea del bar iba a estar presente solo en las escenas de España, pero finalmente se ha desarrollado más allá de nuestras fronteras porque el autor se percató de que en todo país al que ha viajado siempre hay algún español que se decide a abrir su propio bar allí. “Me divertía la idea de que el personaje nada más llegar a Orange (Texas) se encontrase con unos navarros que tienen un bar allí. Y es algo totalmente verosímil porque los españoles cuando han emigrado o se han exiliado han abierto bares para sobrevivir”, ha confesado.
Próximas fechas
Tras su paso por Madrid, El bar que se tragó a todos los españoles podrá disfrutarse en el Teatro Central de Sevilla los próximos 10 y 11 de abril, en el Auditorio de Galicia en Santiago de Compostela los días 16 y 17 de abril. Después, en Valencia el fin de semana del 23 al 25 de abril. En Barcelona levantará el telón del Teatro Lliure del 28 de abril al 2 mayo y en Pamplona el 7 y 8 de mayo en el Teatro Gayarre.
Sanzol, quien desde 2020 ocupa la dirección del Centro Dramático Nacional, se licenció en Derecho por la Universidad de Navarra y en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático. Hace tiempo que vive instalado en la magia del teatro, creando una parte de ella como dramaturgo y como director. A lo largo de sus más de dos décadas de trayectoria, ha combinado la dirección de sus propios textos con la de los clásicos que él mismo adapta.
Entre los muchos premios que ha recibido: Premio Nacional de Literatura Dramática por su obra La respiración, El Valle Inclán de Teatro por La ternura y cinco Premios Max de las Artes Escénicas.