Berlanga: un hombre "con complejo de Dios"
- Recordamos al inimitable director junto a Fernando, su hijo menor
- Beatriz Pecker compartió con él horas de radio y de “erotismo”
- Rodolfo Valentino y Blasco Ibáñez son otros protagonistas de 1921
Celebramos el centenario del nacimiento de Luis García Berlanga (Valencia, 1921), uno de los cineastas más importantes de nuestro país, pero también el aniversario de un amigo y de un padre “libertario”. Ese hombre que, como tradición familiar, tomó por costumbre grabar películas de súper-8 durante los fines de semana. “Yo tenía unos 7 años y él ya trabajaba con Azcona. Compró una cámara, con la que grabamos pequeñas cosas, e hicimos dos ó tres películas de un par de minutos”, recuerda su hijo menor, Fernando Berlanga.
Diecisiete cintas componen su filmografía, una de ellas, Plácido, candidata al Oscar en 1962. Una carrera, discreta pero muy valorada, que mereció el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1986. Inolvidables las escenas de Bienvenido, Mister Marshall, El verdugo, Todos a la cárcel, París-Tombuctú, La vaquilla, Calabuch, Tamaño natural y tantas otras obras que recuperamos en este homenaje radiofónico, con especial atención a sus bandas sonoras, a la música popular y al folclore que siempre envolvieron sus tramas.
“Era súper brillante y tenía ideas originalísimas que te abrían siempre perspectivas”, apunta nuestra compañera Beatriz Pecker, que conoció a Berlanga aquí, en Radio Nacional de España, en La esquina de la noche. “Mi primer encuentro con él fue surrealista. Me propusieron un programa sobre erotismo, junto a él. Estaba embarazada de mi primer hijo, con el barrigón, y me preguntó directamente por mis gustos sexuales (…) Hablaba de todo con mucha naturalidad”, explica entre risas. Más tarde volverían a compartir micrófono en Fiebre del sábado, también con Arturo Martín.
Desgraciadamente, “el hombre con complejo de Dios”, como él ansiaba aparecer en las futuras enciclopedias, falleció el 13 de noviembre de 2010, en Madrid, dejando como legado un guión a medias del que también hablamos en nuestro último Memoria de delfín.
Pero 1921 guarda otros interesantes tesoros relacionados con el séptimo arte que nos acercan Mara Petersen y Patricia Costa, como los estrenos de El chico, de Chaplin; y Los cuatro jinetes del Apocalipsis, de Rex Ingram, basada en la novela homónima de Blasco Ibáñez y protagonizada por nuestro personaje del año, Rodolfo Valentino, la gran estrella del cine mudo.
Y precisamente en torno a Blasco Ibáñez gira la historia mínima de David Zurdo, que nos presenta a todo un activista de la época.
Terminamos este recorrido histórico en Rumanía con JPelirrojo para descubrir al compositor Nicolae Bretan, autor de “Luceafarul”, la primera ópera en rumano, en aquel 1921.