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José Andrés: "No hay gastronomía sin personas"

  • El cocinero ha destacado la necesaria labor de los pescadores, agricultores o pastores
  • José Andrés recoge este viernes el Premio Princesa de Asturias a la Concordia

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Las mañanas de RNE con Pepa Fernández - José Andrés: "No hay gastronomía sin personas"

Este viernes José Andrés tiene que ofrecer su discurso en la ceremonia de entrega del Premio Princesa de Asturias a la Concordia. Un discurso que lleva un mes preparando y aún no ha terminado. Será porque el cocinero es más partidario de acciones que de palabras.

Ya ha anunciado que la dotación de este premio la va a donar a los damnificados por la erupción de la isla de La Palma, donde su ONG World Center Kitchen está repartiendo comida entre sus habitantes. "Los palmeros son gente dura, van a renacer de sus cenizas y con poco aire que les demos en las velas saldrán hacia delante", ha asegurado en De pe a pa con Pepa Fernández.

No es la primera vez que reparte comida para ayudar tras la erupción de un volcán, ya lo hizo en Hawái o Guatemala. Y por todo el mundo ha llevado su cocina solidaria a personas afectadas por desastres naturales y otras crisis. Su labor también ha sido fundamental en esta pandemia repartiendo millones de platos de comida diaria en Estados Unidos y en España.

"La cocina puede ser una forma maravillosa de resolver muchos problemas que hay en el mundo, sobre todo el de la pobreza".

Estos días está aprovechando su estancia en Asturias para grabar un programa de televisión que se va a emitir en 170 países para hacer "un guiño a España", y donde, asegura, "se va a ver una España muy bonita pero sobre todo se va a ver a su gente". "No hay gastronomía sin personas, no hay platos sin esos pescadores, esos agricultores, esos pastores...". Además asegura que "España es una número 1 y si nos lo creemos tiene que exportar mucho más que sol y playa".

También en Asturias se ha acordado de "las croquetas de sobras que preparaba su madre para él y sus hermanos cuando la nevera estaba vacía a final de mes", quizá sea esto lo que le ha llevado a tener ese fuerte compromiso con la generosidad y la ayuda a los más necesitados.

"Nos tenemos que acordar de que somos lo que somos gracias a la gente maravillosa que hemos tenido en el recorrido de la vida y yo soy también una parte de esas croquetas de mi madre".

Mesas más largas, no muros más altos

Natural de Mieres, marchó muy pequeño a Barcelona y tambíen se nacionalizó estadounidense por lo que se define como un inmigrante de toda la vida. "A Asturias la amo mucho pero también amo a Barcelona la que me hizo crecer, la que me hizo aprender cocina. Mi madre era vasca, mi padre de Teruel, mi mujer gaditana, me crié en Cataluña, ahora también americano..."

Y asegura: "Inmigrantes como yo tenemos muy claro que la vida tiene que ser construir puentes y creer en mesas más largas y no en muros más altos. Luchamos por la concordia, el entendimiento mutuo y conseguimos que lugares más lejanos se sientan más cerca".

Sobre la guerra entre grandes compañías y pequeños productores, José Andrés tiene una idea muy clara: "les necesitamos a todos y para alimentar a un planeta tan grande necesitamos ser pragmáticos para conseguirlo".

También necesitamos, dice, en cada país y región "un montón de pequeños y medianos productores que hagan que la alimentación sea vista como un problema de seguridad nacional que se puede convertir en una solución y así conseguiremos que las zonas rurales sean más ricas, más fructíferas y que siempre estén para combatir las necesidades locales".

El Princesa de Asturias se une a otros galardones que ha recibido a lo largo de su trayectoria. Su trabajo humanitario ha sido destacado por la Fundación James Beard y estuvo nominado al Premio Nobel de la Paz. En 2010 recibió la Orden de las Artes y las Letras de España y en 2016 fue galardonado con la National Humanities Medal en la Casa Blanca. Su compromiso humanitario también condujo a José Andrés a ser proclamado ganador del premio Basque Culinary World Prize durante el 2020.