Enlaces accesibilidad

Marcel Barrena, director de 'El 47': "España es un país de mezcla, de viajeros y de emigrantes"

  • La película El 47, basada en una historia real, tiene 14 nominaciones a los premios Goya en su edición 39
  • Las mañanas de RNE habla con su director, Marcel Barrena y Loquillo para viajar a la Barcelona de la época a través de la música

Por
Hombre de mediana edad con pelo canoso y barba, viste americana beige y jersey oscuro. Mira directamente a la cámara con expresión seria.
Marcel Barrena, director y guionista de 'El 47' reivindica la importancia de la lucha vecinal de toda una generación. EFE/MARTA PÉREZ

Las ciudades las construyen sus gentes. Cada gesto cotidiano de sus habitantes, a veces intencionado y otras inconsciente, contribuye a levantar los cimientos de una historia compartida.

Así lo hizo Manolo Vital, un vecino de Torre Baró y conductor de autobús que desafió al Ayuntamiento de Barcelona cuando, en 1978, secuestró la línea 47 de autobuses. Su gesto no solo desmontó la excusa oficial de que el transporte público no podía pasar por las calles de su vecindario, sino que encendió una chispa de cambio que trascendió su barrio, convirtiéndose en símbolo de lucha vecinal.

En la sección "El último clásico" de Las mañanas de RNE con Mamen Asencio, viajamos en el tiempo con Loquillo y Marcel Barrena, director y guionista de la película El 47, participada por RTVE, a aquella Barcelona de finales de los 70. Un recorrido por la música y los movimientos sociales que marcaron una generación.

Las Mañanas de RNE - Mamen Asencio - La Barcelona musical y social en la película 'El 47' - Escuchar ahora

Como no podía ser de otra manera, la banda sonora de El 47 es una obra colectiva. Surge de unos pocos para llegar a todos. Distintos autores, trayectorias diversas y formas únicas de entender e interpretar la música se unen para generar emociones tan personales como universales.

"La banda sonora vive de de muchas cosas distintas. Por un lado, está la música de cine, compuesta por Arnau Bataller. Por otro, tenemos canciones clásicas de Núria Feliu, por ejemplo, además del mítico tema "Gallo Rojo, Gallo Negro". También tenemos la canción original "El borde del mundo", creada por Valeria Castro", cuenta Marcel Barrena.

Porque todo, hasta el último detalle y hasta el último acorde, están cuidados en este filme. Todas las historias tienen cabida. Todas las vivencias conviven. "El 47 es una película local, pero a la vez nacional. Se centra en la realidad de quienes ayudaron a construir el barrio de Torre Baró, pero también en la de aquellos que contribuyeron a construir Cataluña y España –explica el director–. Habla de todos porque este es un país de gente que ha tenido que buscarse un lugar en el mundo".

Combatir el éxodo rural y defender la vida de pueblo en España

De hecho, el protagonismo de la cinta es casi lo de menos. Se trata de una excusa. Es el hilo conductor para narrar miles de vidas invisibles para los libros de historia, pero inmortales para sus familias y comunidades. Entre ellas, las de los abuelos de Valeria Castro. "Cuando Valeria Castro, que es canaria, vio la película, me pidió hacer la canción porque le había recordado a cuando hace 80 años sus abuelos cruzaban de isla en isla", relata Barrena.

Incluso los propios mayores del director están presentes en la trama y en el espíritu de El 47 . "Mis abuelos vinieron a Cataluña desde Peñarroya-Pueblonuevo y el Hoyo de Belmez en Andalucía. España es un país de mezcla, de viajeros y de emigrantes", añade.

Una suerte de casualidad y deseo de ayudar fue lo que finalmente llevó a enfocar las cámaras hacia la vida y la lucha de Manolo y Torre Baró. Tras rodar la película Mediterráneo en Grecia con más de mil refugiados, en plena pandemia y con Dani Rovira enfrentándose al cáncer, Marcel Barrena no podía quedarse de brazos cruzados.

"Fue una experiencia muy dura que me hizo querer contar algo sobre sobre mi ciudad, sobre mis lenguas y mi familia. Me puse a bucear por Internet y acabé descubriendo el blog de un señor que escribía sobre transportes metropolitanos. En él, había una esquela que decía: "Se cumplen diez años del fallecimiento del señor que secuestró un autobús", junto a un agradecimiento que ponía: "Gracias por acordarte de mi abuelo"", explica Barrena.

Era la historia perfecta. Había relatos relevantes, personas interesantes y un contexto social, político y cultural vibrantes. "Recuerdo esa Barcelona del 78 con muchos detalles: el atentado de la Sala Escala, la fuga de Albert Boadella del Hospital Clínico o la fuga también de casi 50 presos de la Cárcel Modelo de Barcelona", relata Loquillo.

Barcelona: epicentro social y cultural de la España de los 70

"Barcelona era la ciudad a la que todos acudían porque se sentía más cerca de la libertad de Europa. "Era –cuenta– el lugar donde los movimientos gays, feministas y vecinales estaban en auge haciendo todo lo posible para cambiar las cosas. Barcelona era solidaria y, a la vez, repleta de ganas de modernizarse y cambiar la cara de España".

No faltaba nada, ni siquiera la música. Esos años 70 y 80 tenían una banda sonora propia. "Recuerdo las jornadas en el festival Canet Rock, donde la cultura cambió del movimiento hippie al punk-rock y la new wave", agrega el cantante.

A aquella Barcelona, epicentro musical y social de España así como sede "todas las compañías de discos", le ponían ritmo, entre otros, la banda estadounidense Blondie, el cantante argentino afincando en Cataluña Gato Pérez y los grupos madrileños Burning y Tequila.

La rumba catalana de unos se mezclaba con los temas de rock y punk de los otros que, poco a poco, se fueron convirtiendo en himnos para sus vecinos, como el mítico "Heart of glass" de Blondie. "Fue la primera canción que tocaron en Canet Rock, en 1979, cuando cambió todo", señala Loquillo.

Se produjo una transformación que dio paso a nuevos estilos marcando una era. "De repente había unos chavales con cazadoras de cuero, con gafas negras y con chapas de sus grupos favoritos que contrastaba con los restos de la época hippie. Empezaron a salir nuevos artistas, como Tequila ", explica el interprete de "Cadillac solitario". Fue "un momento clave para la música española" al igual que lo fue para la sociedad.