Garzón afirma en RNE que espera que el caso de la Memoria Histórica no suponga el final de su carrera como juez
- En una entrevista exclusiva con Aurora Mínguez, corresponsal de RNE en Berlín, el magistrado ha reconocido que su situación "es complicada" pero que ve "posibilidades" y que combatirá hasta el final
- Ha calificado su situación de "paradigmática" y que se puede interpretar como "un ataque a la propia independencia judicial"
- Reconoce que en el caso de la Memoria Histórica se puede haber equivocado pero precisa que "no pude haber cometido prevaricación", y ha insistido en que "esos crímenes deberían investigarse"
El juez Baltasar Garzón ha explicado y analizado su situación ante el juicio oral abierto que tiene pendiente en el Tribunal Supremo por su investigación del caso de la Memoria Histórica, en una entrevista exclusiva con la corresponsal de RNE en Berlín, Aurora Mínguez, que se ha emitido esta mañana en el programa 'En días como hoy'.
En los micrófonos de RNE, Baltasar Garzón ha afirmado que está "bien de ánimo" con ganas de seguir adelante y trabajando en la justicia y esperando el juicio. "Esperando a tener la oportunidad de defender mi posición y aquello que hice", ha señalado.
El magistrado ha reconocido que su situación "es complicada", pero ha dicho que tiene la gran suerte de estar trabajando en un ámbito muy querido, que es la Justicia Internacional. Y, ha explicado que está trabajando temporalmente desde que fue suspendido como consultor externo de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional y eso le ha supuesto "la posibilidad de continuar trabajando en el área de la defensa de los derechos humanos".
Sobre si está situación puede suponer un punto y final para su carrera, ha dicho que espera que "no". "Desde luego –ha añadido- no lo voy a dar por perdido", aunque ha reconocido que "la situación es muy difícil, porque hemos llegado a un límite que es muy difícil que se vuelva atrás, dentro de lo que es la jurisdiscción española". No obstante, ha subrayado que "hay posibilidades y hay que combatir hasta el final".
En este contexto ha precisado que aunque concluyera su carrera como juez en España, "nunca acabará mi vinculación con la administración de Justicia y con lo que es y ha sido mi profesión, que es la de ser juez y trabajar siempre en defensa de las víctimas por aquello que crees que es justo". Y ha precisado que su situación es "paradigmática" porque, en su opinión, se puede interpretar como "un ataque a la propia independencia judicial y a la independencia para la interpretación libre de las leyes".
Baltarsar Garzón ha indicado que en el caso de que fuera suspendido podría seguir trabajando para el Tribunal de la Haya. "Una cosa no tiene nada que ver con la otra", ha concluido.
Respuesta a las víctimas de la Guerra Civil
Respecto a si se considera un víctima de la Guerra Civil española, el magistrado ha indicado que "víctimas de la Guerra Civil española lo somos todos. Incluso los victimarios, y lo van a ser hasta que definitivamente no asuman el papel que jugaron y, sobre todo, no se reconozca a las víctimas que durante decenios y decenios no han tenido ninguna respuesta". "Creo que es obligación de todos nosotros –ha puntualizado- superar ese impás que dura tanto tiempo, pero superarlo como debe de ser, no con el olvido, con una falsa reconciliación, sino dando respuesta a las víctimas. Una respuesta integral que incluya la verdad, memoria, justicia y reparación".
En cuanto a su situación, Baltasar Garzón ha señalado que "no es bueno que éste sea el resultado final". "Lo que no quiere decir –ha precisado- que si yo cometiera alguna irregularidad que responda de ella. Creo que no (la he cometido), y desde luego no lo que se me imputa de prevaricación", pero ha insistido "esos crímenes deberían investigarse".
Preguntado sobre si el objetivo del Tribunal Supremo es acabar con un tipo de juez independiente, en el caso de que fuese condenado, el magistrado ha dicho que no lo plantea así en ningún momento, "pero, sin lugar a dudas, algo afecta, no solo desde el punto de vista judicial, si no desde otros ámbitos, que se quiere acabar con un modelo determinado de juez. Eso me parece evidente, como ha habido manifestaciones de políticos y medios que están en plena campaña en contra mía o de lo que significa esta posibilidad de investigación. Es lo que ellos piensan y yo no me considero tan importante como para que quieran acabar con un modelo de juez independiente". "Los jueces son y deben ser independientes y si no lo fueran deberían dejar de serlo. Ahora cuando te enfrentas a hechos tan complejos puedes tener problemas cuando tomas una decisión clara, definida de llevar adelante las investigaciones".
Garzón "preocupado, pero tranquilo"
Preguntado sobre sus posibles enemigos en el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, Garzón no cree que sean pocos los apoyos que tiene, aunque "puede ser cierto que los manifestados sean escasos, pero creo que es más por una razón de respeto al propio Tribunal Supremo, donde no doy por hecho que la posición sea monolítica". Y ha dicho que tiene asumido que hay personas a las que no les gusta como trabaja, pero espera "por la salud del propio sistema de Justicia en España que no sea ese el motor que les guía a la hora de juzgar e investigar a una persona.Si fuera así es muy grave". Tras señalar que todos somos iguales ante la ley y que debe haber "limpieza y consistencia en los argumentos", ha reconocido que está "preocupado, pero estoy tranquilo".
Se defenderá en todas las instacias
En el transcurso de la entrevista, el juez Garzón ha explicado que las decisiones que tomó en los casos de la Memoria Histórica y el llamado caso Gurtel las hizo con rigor, "de acuerdo con una interpretación de las leyes aplicables, con una convicción de que aquello que hacía era lo correcto y con una interpretación defendible, no sólo por mí, sino por otro muchos en España y fuera de España y, por tanto, me puedo haber equivocado, pero desde luego no he podido cometer una prevaricación". El magistrado ha dicho que se está defendiendo como cualquier ciudadano, que lo está haciendo con todas sus energías y lo hará en todas las instancias, no sólo porque le vaya su futuro en ello, si no por su "dignidad" que, como profesional del derecho, ha sido "gravemente menoscavada". En este sentido, ha subrayado que lo que le duele mucho es que "se haya estancado esa investigación".
Sobre si tiene miedo a que le maten como le ocurrió a su amigo el juez italiano Falcone, Baltasar Garzón ha dicho que es verdad que por su posición, igual que otros compañeros de la Audiencia Nacional, han tenido una situación más expuesta y que, "sin duda ha ha habido amenazas e intentos más o menos adelantados respecto a mí y a otros compañeros" pero que está convencido que lo que ha hecho, hace y hará, lo seguiría haciendo "con o sin amenazas. No puede un juez someterse a ese tipo de coacción, dejaría de ser juez ".
Finalmente, ha afirmado que no ha hablado ni con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ni con el líder del PP, Mariano Rajoy, ni con la Casa Real. Y ha precisado que la división de poderes tiene que estar clara.