'En Portada' retrata el Afganistán actual a través de los ojos de sus mujeres

‘En Portada’ viaja este domingo a Afganistán para analizar la situación actual del país, a través de los ojos de sus mujeres. El reportaje ‘Afganistán, más allá del burka’ refleja que se han producido ciertos avances, sobre todo en las ciudades, aunque pocos en las zonas rurales.

Hay un 27% de diputadas, las niñas van al colegio y hay mujeres que trabajan. Pero todavía queda mucho camino por andar. En la Constitución afgana se reconoce la igualdad de derechos de hombres y mujeres, pero las costumbres y las tradiciones pueden más que las leyes.

Los datos siguen siendo preocupantes: un 87% de las mujeres afganas ha sufrido, al menos una vez en su vida, alguna forma de violencia física, sexual o psicológica. El índice de mortalidad materna e infantil en el parto o como consecuencia de ello es uno de los más altos del mundo. El 60% de las niñas en edad escolar sigue fuera del sistema educativo. El analfabetismo es del 85% entre las mujeres afganas, en algunas zonas incluso supera el 90%.

‘En Portada’ se reencuentra con Farima, a quien conoció hace cinco años durante la realización de otro reportaje. Entonces, era una niña de la calle que nos hablaba de su sueño de ser médico. Hoy, ya no es una niña de la calle, estudia en una escuela normal y mantiene vivo su sueño. Es una gota de esperanza.

‘Afganistán, más allá del burka’ recoge el testimonio de diputadas como Shukria Barakzai o Zahra Naderi, de la antigua ministra de Asuntos para la Mujer y ex candidata presidencial, Masuda Jalal y de la Presidenta de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, Sima Samar. Pero, también de otras mujeres anónimas que narran sus experiencias y sus sentimientos.

El reportaje se hace eco de distintos proyectos en los que se enseña a las mujeres formas de ganarse la vida y sus derechos.

‘En Portada’ visita la cárcel de mujeres de Kabul, donde se calcula que la mitad de las reclusas están ahí por ‘crímenes morales’, como huir de un matrimonio forzoso o de los malos tratos.

Las mujeres afganas van ocupando poco a poco el espacio público y alzan su voz. Se muestran dispuestas a luchar para no perder lo conseguido y seguir adelante. Y no ocultan su temor a que las anunciadas negociaciones con los talibanes conduzcan a una marcha atrás en lo logrado.