Cary Grant, un caballero británico en Hollywood
- El 29 de noviembre se cumplen 25 años de su desaparición
- Rodó comedias memorables como La fiera de mi niña (1938)
- Uno de los favoritos de Hitchcock, con quien trabajó en célebres películas
Charlando en compañía de un leopardo, encontrando un cadáver en un baúl o huyendo de la persecución de una avioneta fumigadora: son algunas de las escenas de la carrera del actor Cary Grant que forman parte de lo mejor de la historia del cine.
Archibald Alexander Leach nació en un suburbio de la ciudad inglesa de Bristol el 18 de enero de 1904. Tuvo una infancia complicada, hijo único de una madre depresiva de la que fue apartado al ingresar ésta en un sanatorio mental (su padre, que lo abandonaría más tarde, mintió diciéndole que se había tomado unas "largas vacaciones").
A la edad de catorce años se integró en una compañía de teatro con la que se embarcó en 1920 para realizar una larga gira por EE.UU. Se estableció finalmente en ese país, cuya nacionalidad adoptaría en 1942. Su elegante acento a medio camino entre el británico canónico y el estadounidense sería una de sus señas como actor.
El salto al estrellato
Tras actuar en varios musicales en Broadway, se trasladó en 1931 a Hollywood. Un año después compartió papel principal con Marlene Dietrich en La venus rubia. En los títulos de crédito de esta película ya aparecía con su nombre artístico de Cary Grant. Sus trabajos en 1933 con Mae West en Lady Lou y No soy ningún ángel lo catapultaron definitivamente al estrellato.
Más tarde rodó comedias memorables como La fiera de mi niña (1938) -con Katharine Hepburn-, Historias de Filadelfia (1940) o Arsénico por compasión (1944). Maestro en la comedia, también era capaz de desenvolverse con solvencia en otros géneros como el de intriga. Alfred Hitchcock recurrió a él para algunas de sus más célebres películas: Sospecha (1941), Encadenados (1946), Atrapa a un ladrón (1955) -con Grace Kelly- y Con la muerte en los talones (1959). Encarnaba al héroe seductor capaz de reírse de sí mismo, un perfil muy apreciado en la etapa clásica de Hollywood.
Actor legendario... pero sin Óscar
Nominado dos veces a un Óscar, Grant nunca logró una estatuilla. Sin embargo, fue reconocido en 1970 por la Academia del Cine con un premio especial a toda su carrera.
Casado en cinco ocasiones, solo tuvo una hija (Jennifer Grant), que se convertiría en actriz. Fuera de las pantallas fue también noticia por sus problemas con el alcoholismo, así como por los rumores acerca de su presunta homosexualidad.
En la última etapa de su vida, ya retirado de la industria del celuloide, protagonizó un show televisivo, Una noche con Cary Grant, en el que se sometía a las preguntas formuladas por los telespectadores.
El 29 de noviembre de 1986 murió a causa de un derrame cerebral en Davenport (Iowa), donde se encontraba preparando su espectáculo televisivo. Dejaba tras de sí un estilo único que ha dejado una huella imborrable en el séptimo arte.