Tejed, tejed, malditos
- Crece la fiebre por bordar y tejer en la calle organizando "quedadas" por internet
- Sus acciones reivindican otra forma de convivir en las ciudades
- La Guerrilla del Ganchillo y Lana Conection lideran este movimiento
Puede considerarse arte callejero importado de EE. UU. o puede verse como una relajada rebelión a una sociedad conectada. Hablamos del Urban Knitting (punto urbano), una fiebre que se va haciendo hueco en nuestras ciudades y que consiste en tomar la calle para hacer ganchillo o tejer lana en grupo.
Alicia Rosselló se contagió en EEUU de esta pasión por bordar y coser. Lidera en Barcelona un movimiento conocido como La guerrilla del ganchillo, cuya obra puede verse en la web duduadudua.com.
Quieren dar visibilidad a esas labores propias de nuestras abuelas y expresar de esta forma su creatividad. Su espíritu es colectivo, lúdico y algo gamberro.
Rosselló ha contado a Gente y tendencias que esta guerrilla organiza talleres para "renovar las técnicas artesanales y tradicionales y llevarlas al público joven". Iniciaron su actividad en 2006 pero no fue hasta el 2010 cuando empezaron con la Guerrilla de Ganchillo.
Para ellas se trata de "una acción lúdica y fuera de lo común, sacando de contexto el ganchillo, siempre reservado al ámbito doméstico y llevándolo a la calle para ver como interactuaba con la gente". "La respuesta fue positiva y viendo la reacción del público, desde entonces seguimos haciendo acciones en Barcelona", ha contado esta guerrillera del ganchillo.
Hacen convocatorias online a las que asiste quien quiere. "Al principio era más decorativo pero ahora también lanzamos mensajes sociales como más espacios verdes, reclamamos más presencia masculina en el mundo de las labores o pedimos que el centro de Barcelona también sea para la gente del barrio", ha contado Alicia Rosselló.
Los materiales que utilizan se pueden encontrar en "cualquier mercería de barrio o tienda de lanas". Dice que "solo necesitas hilo de algodón o lana, un ganchillo o una aguja y muchas ganas". Imparten tallejeres de ganchillo, tricot, bordado, costura. "La guerrilla es de ganchillo, aunque el tricot también es bienvenido".
Los diseños se los inventan o se inspiran en internet. "A veces un dibujo de un ilustrador te puede inspirar para crear un bordado. Luego se lo enseñamos al ilustrador y queda contentísimo, es como un pequeño homenaje". La directora de cine Isabel Coixet es una de sus fans acérrimas.
Alicia Rosselló también ha creado un festival de cosas hechas a mano, Festivalet, que se celebra dos veces al año y donde se exhiben todo tipo de labores, tanto de punto como bolsos, muñecos, ropa, jabones, accesorios, o bisutería. Todos ellos son únicos y originales.
En Madrid, una de las primeras acciones de Lana Conection fue abrigar la escultura La mujer del espejo de Botero en pleno centro de la ciudad. También han repartido corazones por San Valentín. Una de sus fundadoras, Juana Morales, ha contado a RTVE.es que son "el resultado de la conexión de muchas manos a través de la lana". Comparten una afición y se expresan "por medio de la creatividad y la lanas".
Uno de los elementos clave, según Juana, es "disfrutar del trabajo colectivo". Mientras todo eso ocurre "robamos alguna que otra sonrisa al que se tropieza con nuestros trabajos". A Lana Conection le mueve lo social, lúdico y emocional. Cuenta Juana que quieren destacar el valor de lo hecho a mano, del apego a las cosas hechas sin prisa, "esas que alegran de una manera especial a quién las recibe".
Las redes sociales y los blogs son fundamentales para este tipo de movimientos que reivindican las tradiciones mediante las nuevas tecnologías. Las "quedadas" las anuncian en internet y desarrollan planes muy concretos especificando la aportación que puede hacer cada uno. Los miembros de Lana Conection quedan en cualquier espacio de la ciudad "cafés, tiendas, parques, plazas, terrazas... y en ellas", cuenta Juana, "desarrollamos los proyectos que tenemos planificados durante el año".
Juana esta entusiasmada con la aceptación popular que está teniendo esta iniciativa. Es "increíble" asegura, "chicas, chicos, más jóvenes o mayores, sin límite de edad". Este es el secreto, según ella, "si quieres disfrutar de este oficio".
Sobre todo hacen ganchillo y punto, pero algunas también son maravillosas bordando o haciendo patchwork. La inspiración, como las guerrilleras del ganchillo, la encuentran en cualquier sitio. Nos explica que encontrar diseños hoy en día es muy fácil, "en internet sobre todo, tanto en pinterest, como en comunidades especializadas en labores como raverly.com y por supuesto intercambiando entre nosotras y otros grupos de España. En otras ocasiones nos atrevemos a diseñar nuestros propios patrones".
Juana aconseja a los novatos en la materia saber, en primer lugar, cuál es su labor preferida, "una vez lo tenga claro buscar alguna de las opciones de talleres que puede encontrar en la ciudad". Algunos sitios como Black Oveja, Tete Café Costura o Peseta tienen cursos muy interesantes que van, como cuenta Juana, "desde el cero patatero hasta tutorías mensuales de proyectos". Anima a todo el mundo a unirse a sus quedadas quedadas y próximas Lana Parties donde, asegura, "se contagiará de la pasión por las lanas".