Kennedy, el asesinato que cambió la televisión para siempre
- Su mito no se entiende sin un medio que él transformó en su vida y en su muerte
- Desde su candidatura, hasta los debates electorales y sus famosos discursos
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La historia de John F. Kennedy no se entiende sin la televisión. Su mito se construyó en un medio, que a su vez él transformó, en su vida y en su muerte.
Desde la presentación de su candidatura presidencial, a aquellos debates electorales frente al vicepresidente Nixon seguidos por más de 70 millones de personas, a la telegenia aprendida de un presidente que por primera vez en la historia supo aprovechar lo que la infancia de aquel medio ofrecía.
Sus distendidas ruedas de prensa en la Casa Blanca sirvieron como punto de partida a lo que hoy es costumbre.
Su juventud y dinamismo generaron fascinación y, enmarcado en su perfecta foto de familia, entró en los hogares estadounidenses nadie había hecho antes.
De JFK al 11-S
Sus televisados discursos han sido citados por los nueve presidentes posteriores. Sus palabras en directo dictaron sueños colectivos y marcaron el camino hacia lo que este país consiguió después.
Pero coinciden los historiadores en que la exaltación de la figura de Kennedy nada tuvo que ver el mínimo legado político de una breve legislatura inconclusa, marcada por las crisis exteriores. El mito de JFK no se entiende sin su asesinato. Y aquel joven presidente que se construyó a sí mismo brillando en la pequeña pantalla, cambió con su prematura muerte también la historia de los medios de comunicación, aquel 22 de noviembre de 1963.
El primer despliegue televisivo continuo durante cuatro días de información, lágrimas, sangre, consuelo y dolor… cuya intensidad no se volvió a repetir en este país hasta los atentados del 11S.