Los abuelos de San Ildefonso: "Cantar la lotería de Navidad en pesetas era mucho más alegre"
- RTVE.es entrevista a dos exalumnos que repasan sus recuerdos de lotería
- "Antes, el sorteo de Navidad era más rápido y sin tantos preparativos", dicen
- Destacan "buena dicción y mucha destreza" como cualidades para cantar
- Encuentra tu décimo favorito en el buscador de la lotería de Navidad
Fernando Vázquez, de 73 años, confiesa que el actual sorteo de la lotería de Navidad se le hace largo "y un poquito tedioso". “En mis tiempos era mucho mas rápido porque había menos números, y no se hacían tantos preparativos", afirma convencido.
“Además, el canto en pesetas era mucho más alegre, con un tintineo especial, casi, casi, como un villancico”, le interrumpe entre sonrisas y envuelto en humo de tabaco negro, Antonio Nieto, que a sus 86 años rememora cada detalle con memoria de elefante mientras fuma sin descanso.
Antonio y Fernando fueron niños de San Ildefonso y entonaron el soniquete de la lotería en los años 30 y 50 del siglo pasado.
Por aquel entonces, todos los sorteos se hacían “bola a bola” y los cantores de la suerte lucían "impecables", tocados con gorra de plato e impolutas camisas almidonadas.
Escuchar el relato de estos dos “niños”, que dicen al más puro estilo castizo que “llevan la lotería en la sangre”, es un viaje en el tiempo por costumbres y tradiciones.
“Cada vez que veo el sorteo me emociono“
De esta forma, los "abuelos de San Ildefonso" recuerdan con cariño que se formaban largas colas para entrar al salón de sorteos, donde había muchos personajes “pintorescos y excéntricos”. Una foto fija que no se desgasta así discurran los años.
Los sorteos de la lotería de Navidad a menudo eran recogidos por el NO-DO, como en este video en el que puede verse a partir del minuto 06:43 a Fernando Vázquez como "niño de la suerte" en 1953.
Ambos exalumnos reconocen que su paso por el Colegio Internado San Ildefonso de Madrid, que en sus orígenes acogía a niños varones huérfanos, les ha dejado huella.
Prueba de ello, es la existencia de la Asociación de Exalumnos del Colegio San Ildefonso (AECSI), fundada en 1922 y que en la actualidad cuenta con más de 300 socios y presume de un activo funcionamiento.
Antonio y Fernando reciben a RTVE.es en la sede de la asociación, un lugar que respira en cada rincón recuerdos de lotería y al que acuden un par de veces por semana a “echar un dominó”, para no perder contacto y compartir anécdotas con otros antiguos niños “doctrinos”, como les llamaban antaño.
“En los años 30, la lotería era un escape porque los días de los sorteos, que eran tres al mes, eran los únicos en los que nos dejaban salir a la calle. En aquella época el internado tenía un aire tétrico y algo triste”, cuenta Nieto con semblante serio sobre aquella España en blanco y negro.
A este madrileño, el paso por San Ildefonso le cambió literalmente el futuro. Con el estallido de la Guerra Civil evacuaron a los estudiantes del colegio a Barcelona, y el pequeño Antonio, que contaba nueve años, permaneció durante el conflicto acogido por una familia catalana con la que aún mantiene el contacto.
“Este año seguro que el Gordo cae en ocho“
En Cataluña, aún se recuerda la llegada de los colegiales ildefonsinos desde la capital. El vínculo para Antonio Nieto nunca se ha roto, y en los años 90 llevó su pasión por la lotería a la localidad de Vila Nova i la Geltrú dónde impulsó el llamado “Sorteo del Mar”.
“Eso sí, con los premios siempre he sido un poco gafe y aunque en 1939 dimos el Gordo yo no saqué la bola sino uno de los chavales más chiquitillos”, señala este veterano.
Una afición por décimos y bombos que no pierde fuerza. Los dos exestudiantes admiten que se emocionan al ver el sorteo de Navidad porque forma parte de sus vidas. También se atreven con un pronóstico de curtidos expertos: “Este año segurísimo el Gordo cae en ocho”, dice Fernando Vázquez enarbolando una ristra de décimos sobre nuestras cabezas. Avisados quedan.
La historia de los niños de la suerte
La primera participación de un niño de San Ildefonso en un sorteo de lotería se produjo el 9 de marzo de 1771 en tiempos del rey Carlos III, el monarca ilustrado que impulsó “el juego de extracción de suertes” en España.
El niño Diego López fue la mano inocente que extrajo el premio de un arcón de 90 bolas entonando "un gracioso soniquete", según los Archivos de la Villa.
La institución de San lldefonso, que acogía a niños huérfanos de entre siete y nueve años, se financiaba con donaciones, y a cambio los colegiales participaban en actos públicos, como por ejemplo funerales, con sus cánticos. Por aquel primer sorteo el Colegio recibió 500 reales, una cantidad “muy generosa” para la época.
Desde entonces, ningún hecho histórico ha interrumpido la tradición de los niños cantores del Gordo que a partir de 1984 contó con las primeras niñas entre sus filas.
A finales de los años 70, se produjo la separación entre la residencia y el colegio, que pasó a depender del Ministerio de Educación.
En 2002, los alumnos se enfrentaron a uno de los mayores retos de su historia: el canto de los premios en euros tras 190 años del reinado de la peseta.
Las estudiantes Selene y Leidi se convirtieron aquel año en las niñas de la suerte al repartir "dos millones de euuuuros", tal y como sonaba la nueva entonación.
"Es mucho más difícil cantar en euros porque hay menos sílabas”, cuenta a RTVE.es, Esperato Fernández, director de la residencia internado de San Ildefonso, donde 45 niños compaginan desde octubre sus estudios con los ensayos para el sorteo del próximo 22 de diciembre.
Fernández aclara que tener buena voz, el conocimiento de la lectura de los números y un comportamiento positivo son algunas de las cualidades que más se valora en los participantes, aunque con el paso del tiempo “la ilusión no cambia ni los nervios tampoco”.
“Es una actividad voluntaria pero al final se presentan casi todos los chavales; además todos deben manejarse más o menos por si alguno se pone malo y falla”, explica.
El director confirma que siempre se apuntan más niñas que niños porque son más “constantes”, y recuerda como un año varios ganadores quisieron agradecer el premio e invitaron a todo el internado a un viaje a Mallorca.
Hoy en día, la residencia internado de San Ildefonso, enclavada en el Madrid de los Austrias, está subvencionada por el Ayuntamiento de la capital y acoge a niños y niñas con necesidades socioeconómicas de ocho colegios e institutos de la zona.