La Galería de Retratos de los Premios Cervantes, en una exposición

• La Galería de Retratos de los Premios Cervantes fue creada en 1999.
• Con ellla se rinde tributo a los máximos autores de la literatura en español.
• Una representativa muestra de la pintura figurativa contemporánea.

La Galería de Retratos de los Premios Cervantes

Cuando le encargaron el retrato de Gonzalo Torrente Ballester, el artista Damián Flores leyó y releyó algunas de sus obras. Quería pintar el alma del viejo profesor. Lo retrató, por eso, en su espacio, un rincón de su biblioteca, sentado en su sillón junto a una imagen suya de niño y rodeado de sus libros. Pero olvidó un detalle importante, y el hijo de Torrente Ballester se lo hizo saber: "Es él, pero le falta algo: ponle un cigarro entre los dedos y estará terminado". Ése sí era Gonzalo Torrente Ballester, en cuerpo y alma.

Y éste es uno de los 39 retratos que, hasta ahora, sólo aquellos que poseen el carné de lector y que, por esta condición, pueden transitar las zonas anexas al Salón General de la Biblioteca Nacional han podido ver colgados en salas, pasillos y despachos. Son los galardonados con el Premio Cervantes, el "Nobel" de la literatura en español. Una "colección permanente" de la Biblioteca Nacional de España, compuesta por 36 retratos pictóricos y 3 fotografías que, desde el 13 de noviembre de 2014 y hasta el 25 de enero de 2015, podrá visitarse en la Sala Recoletos bajo el título "Retrato y Literatura. Colección premios Cervantes de la BNE".

Los retratos del "Cervantes"

La Galería de Retratos de los Premios Cervantes fue creada en 1999 a iniciativa del entonces Secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortes, con el objetivo de rendir tributo a los máximos autores de la reciente historia literaria en español, al tiempo que se daba forma a una representativa muestra de los diversos modos en que se desarrolla la creación artística contemporánea.

“El objetivo, rendir tributo a los máximos autores de la literatura en español“

Se creó, ex profeso, una comisión independiente de expertos conocedores del mundo de arte que seleccionaría a los artistas. Ésta decidió, en una primera reunión en mayo de 1999, cuestiones como el formato (vertical), el soporte (lienzo con bastidor) y la técnica (óleo o acrílico) de las obras, así como una primera lista de artistas que, finalmente, fue la definitiva.

Desde el primer momento, explica Jesús Marchamalo, comisario de la exposición, "el objetivo de la comisión fue hacer una buena colección de pintura, y no sólo una buena colección de retratos". Se buscaron nombres imprescindibles de la nueva pintura figurativa, conocidos y reconocidos artistas españoles y americanos, con afinidades más o menos sutiles, más o menos manifiestas, ya fueran estéticas, literarias, poéticas o, simplemente, de amistad, con los escritores retratados.

Un reto para los pintores

Se buscaban ya no tanto retratistas, sino, sobre todo, artistas que supieran plasmar en un cuadro al autor y su universo literario. "Si retratar es contar, los retratos que aquí se presentan son pequeñas narraciones que esperan ser leídas", apunta Estrella de Diego, comisaria de la exposición junto con Jesús Marchamalo.

“Se buscaban artistas que supieran plasmar en un cuadro al autor y su universo literario“

Ejemplos claros de este talante son, entre otros, el retrato de un anciano Jorge Luis Borges, por el artista soriano Dis Berlin donde se puede observar su profunda visión figurativa y la gran fuerza narrativa e iconográfica que caracteriza a su obra. Confiesa el pintor que se inspiró en las entrevistas del mítico programa "A fondo", pero que el retrato estaba, sobre todo, en "las metáforas visuales más representativas de su mundo: los libros y la biblioteca, el laberinto, la espada, la rosa, Islandia y todos estos símbolos enmarcados por una cortina que se abre a la escenografía metafísica del cosmos".

Otro ejemplo es el cuadro de Rafael Alberti, firmado por el pintor (también músico y actor) Herminio Molero, un artista figurativo, iconográfico y pop por los cuatro costados. Su colorista retrato del poeta gaditano contiene toda la simbología del mundo literario de Alberti (el mar, la paloma, la carabela...). 

También, el magnífico retrato de Octavio Paz por Ángel Mateo Charris, un collage con el que el pintor ha querido ilustrar el mundo literario del escritor: "Su mexicanismo y sus querencias a las poesías orientales, su contemporaneidad, su amor a las artes visuales, lo social y lo lírico, lo metafísico y lo esotérico". Charris disecciona su retrato para los más curiosos: "El cuerpo está sacado de una vieja fotografía de Kokoschka, que las franjas de color siempre me recuerdan a las banderas, que el molinillo de café, sí, es el de Duchamp, y que creo, como el poeta, que el corazón es un ojo".

La pretensión era notable: convertir al personaje en persona. A la vista, y a la personal ponderación de cada uno, está si los artistas lo lograron. He aquí, pues, una gran colección de retratos de los Premios Cervantes que es, al mismo tiempo, la mirada personal y fascinante de algunos de los artistas más importantes de la nueva figuración en España y en América. Pasen, vean y disfruten.