Cómo no perder la cabeza si ganas una lluvia de millones con el Gordo de la lotería de Navidad
- Los expertos aconsejan no cambiar de estilo de vida tras ganar
- Recomiendan no tomar decisiones drásticas como dejar el trabajo
- Visita el especial de la lotería de Navidad de RTVE.es
La imagen de la alegría de los ganadores del Gordo de la lotería de Navidad nos visita año tras año como un tópico irremediable pero cuando las celebraciones se escapan fuera del foco los afortunados tienen que encarar un nuevo futuro marcado por la lluvia de millones. Para bien y para mal.
Los expertos recomiendan no hacer cambios radicales en el estilo de vida y no adoptar decisiones drásticas de forma precipitada. Objetivo: no perder la cabeza ante un impacto emocional y personal de este tipo.
“En primer lugar hay que intentar sosegarse y reflexionar. No es recomendable tomar decisiones importantes como dejar el trabajo o romper con la pareja porque luego puede uno arrepentirse”, cuenta a RTVE.es, Valentín Martínez-Otero, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
Este especialista señala que es importante ser discreto con la nueva situación que sí se puede compartir con personas de confianza y trazarse un “plan de vida razonable y adaptado a las nuevas circunstancias”.
“Por supuesto, la persona podrá vivir con desahogo económico, pagar deudas, darse “caprichos”,etc, pero hay que evitar los cambios radicales”, apunta.
"La mayoría reparte entre familiares y guarda un colchoncito"
María Luisa Ron es una testigo privilegiada que ha presenciado muy de cerca como el dinero ha obrado metamorfosis en la vida de sus vecinos.
Esta lotera repartió el pasado año desde la administración número 8 de la localidad madrileña de Leganés un buen pellizco del Gordo: 356 millones de euros que fueron sobre todo a parar a manos de jubilados y parados de este barrio obrero.
María Luisa opina que los ganadores que ella conoce han sido “muy sensatos y razonables”. Una cualidad que atribuye a que la mayoría son personas mayores y “todos tenían problemas”.
“La gente que tiene hijos ha repartido y luego se ha quedado un colchoncito. También conozco el caso de un matrimonio al que les tocó muchísimo que no han querido dejar de trabajar”, relata Ron.
No obstante, la lotera indica que “el dinero de alguna forma salpica a todo el mundo”, y por eso detalla que sí ha notado “mucho más movimiento en el ambiente” de la plaza de Leganés donde se ubica la administración. “Las terrazas están muy llenas”, dice convencida.
La "depresión de la fortuna" en los ganadores
Sin embargo, este tipo de” riqueza súbita” también puede tener un reverso negativo para los ganadores. Hay casos de millonarios de lotería que han sido infelices al verse desbordados por los cambios y al no haber podido “gestionarlos mentalmente”, según los especialistas, que mencionan la llamada “depresión de la fortuna”.
“Es una paradoja. La persona se siente estresada y no sabe que hacer. Empieza a tener temores de que le roben el dinero o les amenacen o a veces tienen que enfrentarse a las envidias de otros y tienen que adaptar su vida”, explica el psicólogo Sánchez-Otero.
En cualquier caso, la otra cara de la suerte también la viven en carne propia “los perdedores” del Gordo.
“Ganaron el Gordo todos los del pueblo menos uno“
El ejemplo del pueblo oscense de Sodeto dio la vuelta al mundo en 2011. Los 250 habitantes de esta pequeña pedanía, excepto uno, ganaron la lotería de Navidad.
La fortuna esquivó a Costis Mitsotakis, un cineasta griego afincado en la localidad que no compró ninguna participación de las que vendió la Asociación de Amas de Casa.
Lejos de hundirse, el director de cine agarró la cámara y grabó las reacciones de sus vecinos el 22 de diciembre y como se ha transformado la vida del pueblo.
Una experiencia única que ha plasmado en el documental “Cuando tocó”, financiado en parte por un ciudadano danés que conoció la historia Costis y del “pueblo de la lotería” a través de los medios.
Es otra forma de asumir la suerte guiada por una esperanza un tanto supersticiosa que no suele abandonarse del todo. No en vano, España es el país europeo donde más se gasta en lotería en términos comparativos junto a Reino Unido, Italia, Francia y Alemania.
“En España, funcionan muy bien los lazos sociales en Navidad, a través de peñas o grupos de amigos”, según Fernando Ramos, profesor de Historia Económica de la Universidad Pablo Olavide y especialista en el estudio del impacto social y económico de los juegos de azar.
La llamada “compra en compañía”, o sea compartir con otras personas y formar parte de un grupo, parece ser una de las claves que arrastran a la participación, aunque un buen puñado de factores “irracionales” o emocionales como la esperanza, la ilusión por participar, o el hedonismo que conlleva el riesgo, también nos empujan.
“Al siguiente año los ganadores (de la lotería de Navidad) vuelven a jugar para poner a prueba su buena estrella y los perdedores repiten”, tal y como apostilla la veterana lotera de Leganés.