Las mujeres sin complejos de la ilustradora Sara Fratini
- La venezolana ha triunfado gracias a sus mensajes positivos
- El libro ‘La buena vida’, recoge sus viñetas de los últimos años
La protagonista de las viñetas de La buena vida (Lumen) de Sara Fratini, ha triunfado en Internet porque es una chica totalmente normal, con sus curvas, sus complejos, sus miedos, pero también con un desparpajo y una fuerza tremenda para enfrentarse a la vida con ilusión. La ilustradora venezolana ha presentado el libro en España y lo resume así: “Es una oda al optimismo, porque es una recopilación de mis miedos y de mis sueños, pasados por un proceso optimista. Es el resultado las charlas conmigo misma”.
Aunque no todas las viñetas son positivas, como confiesa Sara: “La mayoría son optimistas, pero hay otras que reflejan mis inseguridades. Y es que quiero ser sincera conmigo mismo porque es la única manera de que el mensaje llegue a los lectores. A veces intento agradar demasiado y no sale bien. He llegado a la conclusión de que lo fundamental es ser sincera con una misma. Así que me hablo a mí misma para superar esos miedos y la gente que los comparte también se siente identificada con el personaje”.
Gracias a ese humor sin complejos, Sara ha triunfado en Internet: “Mucha gente me escribe, incluso en privado, para agradecerme el mensaje optimista de mis viñetas, porque confiesan estar deprimidos y que les doy ánimos para empezar el día. Muchas mujeres aseguran que les dibujo a ellas, que casi somos almas gemelas. Creo que también es muy liberador empezar el día con un mensaje optimista, ya que con tanta presión en el día a día, comenzar con una sonrisa es fundamental”.
“El libro –añade Sara- también es una muestra de la búsqueda de un estilo propio, como ilustradora, durante estos tres últimos años”
Mujeres de verdad
Las mujeres de Sara Fratini son chicas de verdad, curvilíneas y sin complejos. “Dibujo desde pequeña –asegura la ilustradora- Cuando empecé a dibujar para Facebook mis chicas eran más “perfectas físicamente”, pero empezaron a engordar y a tener el pelo más largo y a liberarse de sus complejos. Y de repente eran mucho más líbres”.
“Creo que fue el resultado –continúa- de enfrentarme a mis propias inseguridades. Yo era de las que intentan agradar a todo el mundo, pero eso es imposible. Por eso dejé de hacerlo y esos dibujos me liberaron de tanto estrés y tanta presión. Y así nacieron esas mujeres más naturales y curvilíneas, con mensajes más tranquilos y reposados”.
Gracias a eso ha conseguido que sus viñetas sean tan aparentemente sencillas como profundas, y que transmitan el entusiasmo por la vida. “También –añade Sara- intento reflejar el lado inocente y soñador de que el mundo puede ser un lugar mejor. Por eso creo que mis dibujos tienen algo de inocencia infantil. Hay que mantener vivo el niño interior porque nos da esperanza para seguir adelante”.
“No soy el personaje”
Sara confiesa que: “Aunque esta chica sin nombre tenga muchas cosas mías no soy yo. Bueno, a veces sí y otras no. Pero no sé si soy yo. Yo lo describiría, más bien, como la chica que me gustaría ser”.
La ilustradora describe así a su personaje: “Es una chica con curvas y el pelo muy, muy largo, lo que me sirve para meter guiños o recuerdos. Una de las cosas que más me gusta de ella son sus piernas regordetas. Es una chica con mucha curvas y emocionalmente no le importa nada. ¡Es libre y despreocupada!.
“Dibujar pelo me relaja muchísimo”
En cuanto a sus influencias, Sara confiesa que no es consciente de tenerlas: “No creo que tenga influencias. Es un proyecto tan personal que no creo haber pensado en otros autores a la hora de hacerlo. Aunque me gusta mucho como Maitena trata a la mujer, y me hace reír. Y Agustina Guerrero me ha inspirado a la hora de utilizar las redes sociales para difundir mi trabajo. Creo que es una autentica maestra en el uso de las redes sociales y la tomé como modelo en eso”.
En cuanto a su estilo, Sara nos comenta que: “Me gusta mucho dibujar líneas. Incluso cuando estaba en Bellas Artes y me enseñaban otras cosas como el color, yo siemrpe pensaba en las líneas. Me relaja mucho, por ejemplo, dibujar el pelo del personaje. Y creo que le da mucho movimiento”.
Sus dibujos también suelen incluir toques de color rosa. “En realidad –apunta- el rosa lo empecé a añadir para tener un toque de color que me permitiese resaltar algunas cosas. Al principio era rojo pero me parecía demasiado agresivo para las viñetas, aunque sí lo utilizo cuando hago grandes murales en el exterior, porque ahí si queda bien. Pero mucha gente me ha dicho que ese toque rosa es por timidez. Y quizá sea verdad y es un reflejo inconsciente de mi timidez”.
“Hay que perseguir los sueños”
Nacida en Venezuela, Sara se licenció en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, también estudió en Francia y actualmente reside entre Italia y España. Y se confiesa una apasionada viajera, como se refleja en su personaje.
“La verdad es que estoy siempre viajando porque también organizo un festival de cine itinerante. Creo que todos los que puedan deberían viajar mucho porque las mejores cosas que he aprendido han sido viajando y conociendo lugares y a gente nueva. Conocer otras culturas, otra gente nos abre muchas puertas”.
“También –continúa- hay que viajar en busca de tus sueños. Hay que perseguir los sueños porque son lo único que nos mantiene vivos. No siempre los consigo, pero el viaje siempre merece la pena. Y a veces consigues cosas completamente distintas de lo que perseguías pero que resultan ser mucho mejores”.
Sus proyectos
Las chicas de Sara no sólo triunfan en el papel. La joven se está consolidando como artista de murales callejeros y paredes interiores. “Son las mismas chicas y el mismo pelo pero en gran formato y con mucho más pelo –asegura-. El proceso es muy parecido pero intento romper la barrera del tiempo y hacer los murales en muy poco tiempo, en espacios muy grandes y casi siempre partiendo de una improvisación”.
“Suelo llegar al lugar sin ideas y cuando veo las condiciones del sitio hago un boceto rápido y me pongo a trabajar. Lo prefiero así porque cuando voy con una idea muy planificada no suele salirme demasiado bien. Prefiero ser más libre y así trabajo más rápido”.
Además, Sara es una de las fundadoras y organizadoras de La Guarimba Internacional Film Festival en Amaneta, Italia. Un festival de cortometrajes que incluye “Una escuela de ilustración y una exposición de carteles. Un proyecto con el que hacemos una gira, visitando varios países para promocionar el trabajo de los ilustradores y abrirlo al cine y al arte en general”.
Y, por supuesto, sigue con sus tiras diarias: “Seguiré subiendo mis viñetas a Facebook, intentando conseguir más murales para pintar y seguir con las giras de la escuela de cine e ilustración. Lo importante es no parar”.