Jordi Hurtado: "Seguir en activo 30 años es un logro"
- Entrevistamos a Jordi Hurtado
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Es casi una leyenda, con tres décadas de experiencia en TVE y batiendo récords de longevidad televisiva con su concurso en La 2 Saber y ganar. Jordi Hurtado nos rememora sus inicios.
Recuérdanos tus programas más celebrados, aquellos que te han dado mayor satisfacción profesional.
A Si lo sé no vengo lo recuerdo con mucho afecto porque fue mi inicio en televisión. Y, justo este mes de junio, se cumplió el aniversario de mi primer trabajo en TVE en Sant Cugat del Vallès, la primera vez que me puse ante las cámaras. ¡Era mi primera vez! Y lo importante es que aquí sigo. Seguir en activo 30 años más tarde es un logro personal.
¿Echas de menos la gran actividad que se vivía en Si lo sé no vengo?
Sí, se echa de menos la capacidad de producción de TVE en Sant Cugat. Esa capacidad de producción de la misma casa, de TVE, ese cambio de decorados cada día era brutal. Lo que se llegaba a hacer, lo que creaban los guionistas, la figuración, el ballet... se tradució todo en decorado, con actores y con muchísimo ingenio… Pero estoy muy contento en Saber y ganar. Y vamos a cumplir 19 años en febrero. Y más contento todavía porque el resultado de la audiencia es espléndido, consolidamos un producto de la televisión pública con un equipo muy sólido. Y llegar cada día a los seguidores con esa gran fidelidad es una satisfacción enorme.
¿Por qué te gusta tanto trabajar en concursos? ¿Qué da un concurso que otro espacio no aporte?
Me gustan porque el concurso es un formato de televisión que afortunadamente tiene un aire familiar, tiene ese componente de ser un programa que lo pueden ver todas la edades y capas sociales. Y aglutina a muchísimas personas. Pueden verlo todos y hay quien me saluda por la calle -porque me paran mucho- y me dicen que ven Saber y ganar con los abuelos, con los hijos, con los nietos... Además, todos los temas de los que hablamos en Saber y ganar, de cine, de arte, de literatura... todo lo que aprendes te mantiene vivo y con un sentido positivo de la vida, como a la vez es positivo el retorno que tienes de la audiencia: te agradecen la formalidad del programa, que nadie les toma el pelo y se les respeta. O sea, que hacemos un programa que te llena. Pero yo siempre digo que no he buscado los concursos, si no que me los he encontrado.
Habrás tenido muchas anécdotas. Cuéntanos alguna
Las anécdotas en Si lo sé no vengo eran continuas: caídas, resbalones, el concursante corría, subía, bajaba, trompazos... En Saber y ganar las anécdotas son fruto de los nervios, de la presión que viven los concursantes: todo es más tranquilo, pero hay situaciones muy curiosas. Una vez una concursante participaba en nuestra edición de fin de semana y estaba en un punto en que la pregunta que le íbamos a hacer era fácil pero no se podía fallar: si no acertaba, quedaba inmediatamente descalificada y se iba a casa. Bien, pues la pregunta era "¿Dónde está la ciudad encantada?". Y ella respondió: “En Narnia”. ¡Nos llevamos las manos a la cabeza! No, no porque hubiera fallado, que también, sino porque le preguntamos: "¿Pero tú, de dónde eres?" Y cayó en la cuenta: nuestra concursante era de Cuenca...
¿Qué diferencia a la tele de hoy de aquella de cuando empezaste?
La principal diferencia -dejando de lado los avances técnicos, por supuesto- es que la televisión antes tenía más capacidad de producir programas y espectáculos de gran formato y ahora ha perdido esa capacidad y se encarga todo a productoras externas o se subcontrata. La crisis es grave, pero la desaparición de la publicidad ha sido muy grave para TVE. Una decisión que se tomó demasiado arbitraria y rápidamente. Creo que ha sido uno de los grandes errores de la televisión pública. No dudo de que se debía reorganizar el mercado de la publicidad, pero se debería haber llevado a cabo de otro modo.