Sergi Schaaff: "El concurso es el verdadero reality"

• Entrevistamos a Sergi Schaaff

Sergi Schaaff junto a los presentadores Jordi Hurtado y Pilar Vázquez.

Sergi Schaaff (Barcelona, 1937) es uno de los realizadores históricos de Televisión Española, a la que se vinculó profesionalmente ya en los años 60. Ha sido director del Centro Territorial de TVE en Cataluña, donde hizo diversos programas para el circuito en catalán. Schaaff ha realizado concursos de éxito como Si lo sé no vengo, El tiempo es oro, 3 x 4 y Saber y ganar, además de programas de otra índole como La Luna (con Julia Otero) y Ruta Quetzal (con Miguel de la Quadra-Salcedo). Y, también, teatro.

Recuérdanos tus programas más celebrados, aquellos que te han dado mayor satisfacción profesional.

Sí, los programas que dirigí y realicé -porque yo empecé de ayudante de realización, después fui realizador y, más tarde, director - que más me han satisfecho son los de ficción. La ficción para televisión es una maravilla. Me acuerdo también mucho de Hora 11. Llevo muchos años dedicándome a concursos, pero mi primera etapa en la tele fue en la ficción. Para mí fue una etapa muy satisfactoria profesionalmente, lástima que ahora ya no se cultive tanto este género en TVE. En la ficción recreas muchos mundos y muchas personalidades. Es apasionante.

¿Por qué te gusta tanto trabajar con concursos? ¿Qué da un concurso que otro espacio no aporte?

Porque es la realidad captada del trabajo cotidiano de una persona -el concursante- para llegar a cumplir un sueño, su sueño. El concurso es el verdadero reality. Además, gusta tanto a los espectadores porque frente a la pequeña pantalla cada uno puede medir sus propios conocimientos, puede actuar desde casa como si fuera un concursante más.

¿Nos puedes contar una anécdota o hecho curioso de alguno de tus programas?

En Saber y ganar, una señora dijo una vez que la Torre de Pisa medía 3 mil metros...

¿Qué diferencia a la tele de hoy de la que se hacía cuando empezaste?

Tecnológicamente, el cambio y el avance han sido brutales. No se puede comparar. En los primeros programas, cuando alguien se equivocaba había que volver a empezar desde el principio, porque no se podía ni cortar ni editar en el sistema magnético que usábamos. Y las cintas iban en cajas enormes... Más tarde, ya se podía cortar y pegar, pero físicamente, con tijeras: se cortaba la cinta con el error o lo que había que quitar y se pegaba. Ya cambió mucho la técnica cuando se podía editar y ahora ya es todo más fácil, como los medios digitales. Para mí, el mayor cambió es que la técnica ayuda muchísimo a la capacidad de trabajo de cada profesional.