'Que no, que no me muero', el humor y la sinceridad contra el cáncer
- Javi de Castro adapta al cómic los relatos de María Hernández Martí
- Una novela gráfica que destaca por su autenticidad y su audacia visual
Que no, que no me muero (Modernito Books), de María Hernández Martí y Javi de Castro, no es un libro de autoayuda ni una terapia para enfrentarse a la enfermedad. Simplemente es un conjunto de relatos que componen un testimonio real y sincero del día a día de Lupe, un personaje imaginario que tiene un cáncer de mama y, aparte de lidiar contra la enfermedad, tiene que enfrentarse a la incomodidad y las impertinencias de la gente que la rodea, que tampoco sabe cómo afrontar la situación. Unos pequeños cuentos que derrochan autenticidad y evitan cualquier tipo de moraleja.
El personaje es una especie de alter ego de la escritora María Hernández Martí (Las Palmas, 1970), autora del libro de cuentos Vida Tinta (Almuzara, 2008), que decidió relatar sus experiencias tras enfrentarse al cáncer: "No fue que quisiera relatar mi experiencia personal ni hacer terapia escribiendo. Cuando lo he necesitado he hecho terapia tal cual, yendo a la psicóloga o a la psiquiatra o a las dos. Cuando me diagnosticaron el cáncer me encontré con la obligación de dar el parte de las novedades médicas diarias a muchas personas a las que quería (sobre todo amigos que se preocupaban). Pero yo no tenía ganas malditas de hablar por teléfono (ni de hablar en general), y menos sobre el número de pinchazos que me habían dado ese día ni sobre el nivel de malignidad de las células".
"Entonces -continúa María- me hice un blog y empecé a escribir breves escupitajos informativos que me liberaran de la obligación de informar a todo el mundo y de escuchar sus condolencias. (Sólo envié el link del blog a la gente mía, de resto el blog no estaba en buscadores ni en ninguna parte). Y se me fue de las manos. Empecé a encontrar historias que contar en los hospitales, a darles vueltas, y pasé de dar el parte en tres líneas a escribir cuentitos. A partir de ese material pude montar el libro después".
"Hay muchos mitos respecto al cáncer"
María resalta que con esta obra no está "haciendo campaña de ningún tipo, ni dando mensajes, ni consejos, ni testimonios de nada". Y que sólo quiere contar las historias con total sinceridad: "La sinceridad, bueno, si no escribo con sinceridad prefiero no escribir. No tengo ninguna obligación, lo hago por gusto. Inicialmente no creí que fuera a publicar los cuentos, pero cuando resultó que sí no me pareció que la sinceridad fuera un problema. Además, Lupe es Lupe y yo soy yo. Escribo ficción, inspirada en cosas que me han pasado, en otras que he visto pasar, etc".
En cuanto a su forma de enfrentarse al cáncer, María asegura que: "Yo lo hice como buenamente pude, y no siempre de la misma forma, porque es una enfermedad larga y muy cansada. Mitos hay muchos, pero probablemente el más repetido y agotador es "cáncer = muerte".
Lo mejor para esa lucha diaria es -según María- el sentido del humor: "Para mí la ironía y el sentido del humor son fundamentales en general, para vivir. La enfermedad me ha cambiado la vida en el siguiente sentido: soy más consciente de mi fragilidad (y de la de los demás) y del poco control que tengo sobre partes esenciales de la realidad, y veo que no puedo hacer planes ni dar nada por sentado. Todo está en el aire siempre".
En el libro también vemos cómo la protagonista asiste perpleja ante la incomodidad y las impertinencias de la gente que la rodea: "Hay de todo. Hay gente empática y cuidadosa, hay gente impulsiva que mete la pata y luego lo lamenta y gente directamente insensible que ni siquiera se plantea nada. Quien tenga paciencia, que la use. Yo personalmente tengo poca y me toca esforzarme horriblemente para ser amable (o por lo menos educada) cuando me dicen alguna barbaridad".
Un dibujante con un gran futuro por delante
El dibujante Javi de Castro (León, 1990), autor de obras como Sandía para cenar (Thermozero) o Ilustrofobia (Underbrain Books), ha sido el encargado de llevar estos pequeños cuentos a las viñetas con una sensibilidad y una imaginación dignas de elogio: "Esos relatos encajaban perfectamente en mi forma de pensar, me encantaron. Me pareció un reto divertido poder adaptarlos".
Si los relatos de María son auténticos y emocionantes, su traslación a las viñetas es un auténtico desafío que Javi ha superado con elegancia y múltiples recursos artísticos y visuales que hacen de este cómic algo muy especial: "Me enfrenté a los relatos deconstruyendo cada uno, no es muy difícil con un material bueno. En el caso de María lo era, así que me limité a trasladar lo que ponía a viñetas, añadiendo o sustituyendo los recursos que te da el cómic. No he adaptado mi estilo, pero si que ha evolucionado con el tiempo y sigue haciéndolo. Cada vez estoy más contento y me siento más orgulloso con el resultado final".
Javi demuestra una gran imaginación al darle una estética diferente a cada uno de los 27 mini relatos de este cómic, 27 capítulos que empiezan por el llamado Árbol y terminan por Zoom, ya que la autora ha decidido que la cronología de su historia esté guiada por las letras del abecedario.
En un despliegue pocas veces visto en el cómic, prácticamente no hay ninguna página que sea igual a otra. Cada una es un desafío que Javi afronta combinando todo tipo de viñetas e incluso espacios en blanco: "Era la gran ventaja de los relatos, aunque forme un todo coherente son unidades independientes y las trabajé como tal. Se me ocurrían muchas ideas y soluciones para cada relato que de haber tenido una estructura más continuada no podría haber usado. Además de que los relatos se prestaban a ello".
El toque final lo pone el color: "En este caso -asegura Javi- la editora me ayudó mucho. Teníamos claro que no iba a ser a todo color pero sí llevar unas pequeñas tonalidades en cada capítulo. El resultado creo que es muy bueno y acompaña a cada episodio, situación o momento. Intento que no haya nada gratuito".
Nominado al Salón del Cómic de Barcelona
Por cierto que Javi está nominado a la Mejor Obra y Mejor Autor Revelación en el Salón del Cómic de Barcelona por La Última Aventura (Dibbuks), con guion de Josep Busquet: "Estoy muy contento -asegura-. Es importante saber que eres reconocido cuando estás en tu casa y no tienes mucha referencia de lo que piensan los lectores y tienes dudas. Es un empujón para seguir trabajando".
Sobre sus proyectos, María asegura que: "Llevo una temporada bastante larga sin trabajar. Sólo escribo y me recupero".
En cuanto a Javi: Ahora mismo estoy haciendo una serie para La Resistencia (Dibbuks), con Josep Busquet y por ahora no tengo claro mi próximo proyecto largo, pero me apetece volver a retomar los guiones".