'Tito y Tif', la primera novela gráfica española
- Se reedita el título pionero del cómic español, de Joaquín Xaudaró
- Considerada la primera historieta larga, Fantásticas aventuras de Tito y Tif se publicó en 1915
El 11 de marzo del año que viene el TBO, la revista más popular del cómic español, cumplirá cien años. Y, desgraciadamente carecemos de una edición decente (a ver si alguién se anima en los meses que quedan). Eso nos da una idea de lo poco que cuidamos nuestro patrimonio tebeístico.
Sin embargo, tenemos una buena noticia porque Taula Ediciones acaba de publicar Fantásticas aventuras de Tito y Tif (1915), de Joaquín Xaudaró, que podemos considerar el primer libro de cómics español. Un volumen imprescindible, que debería estar en todas las bibliotecas, y con el que la editorial afianza su colección Tebeos de Oro, dedicada a rescatar esos clásicos de la historieta española que corren peligro de quedar para siempre en el olvido.
Un libro que supuso toda una revolución en su momento, porque hasta entonces había recopilaciones de historias cortas agrupadas por temáticas o autores, pero nunca nadie se había planteado plasmar en viñetas una historia larga, por lo que podemos considerar a Fantásticas aventuras de Tito y Tif como "el primer libro de cómics español" o "la primera novela gráfica".
Sus protagonistas no eran aventureros sino dos personajes de lo más corrientes, el farmacéutico Tito y su perro Tif, que se veían atrapados en una aventura digna de folletín, que se publicó en entregas semanales de cuatro páginas en la revista La hormiga de oro y después, también en 1915, en formato libro. Una aventura a la que se denominaba como "una interesante novela en grabados" y que fue un éxito sin precedentes.
Página de 'Fantásticas aventuras de Tito y Tif'
Una obra innovadora en todos los sentidos
Por aquel entonces, el cine, el cómic y la animación española daban sus primeros pasos. Xaudaró se planteó hacer una aventura larga y completa, con un planteamiento, un nudo y un desenlace, aunque manteniento el tono de humor. Todo eso en un volumen de 108 páginas.
Quizá por ese interés de Xaudaró por el cine de animación, como cuentan Dionisio Platel y Joaquín Campo (los editores) en el prólogo del libro: "Tito y Tif está compuesto como si de una película de dibujos animados de aquellos años se tratase: viñetas panorámicas, planos sencillos pero consecutivos y una trama trepidante y sin freno. Una aventura para entretener a niños y grandes".
Pero Xaudaró no es pionero de la historieta española solo por llegar antes, sino porque también quiso investigar las posibilidades del lenguaje la historieta. De ahí que en el libro juegue constantemente con los planos y el punto de vista del lector, incluyendo innovaciones como los planos picados, o experimentando con las líneas cinéticas y las rayas de impacto para conseguir un mayor movimiento y dinamismo de los personajes.
Página de 'Fantásticas aventuras de Tito y Tif'
Otra de sus innovaciones fue incluir en la historieta los famosos continuará de los folletines novelescos de la época. Ya que este cómic se publicó originalmente en entregas de cuatro páginas y siempre dejaba la acción en un punto álgido, con nuestros protagonistas en peligro, para que el lector esperase ansiosamente la siguiente entrega. Un recurso que Xaudaró usaba desde hace años, por ejemplo en la historieta En busca de países desconocidos (1897).
Dentro de ese afán innovador de Xaudaró, también fue uno de los pioneros en usar los bocadillos (o globos de texto con los diálogos de los personajes) pero, curiosamente, en este Tito y Tif no encontramos ninguno.
Uno de los pioneros del cómicy la animación españoles
Página de 'Fantásticas aventuras de Tito y Tif'
Mucho antes de que Mingote llegase a ABC, Joaquín Xaudaró y Echauz (Vigan, Filipinas, 17 de agosto de 1872- Madrid, España, 1 de abril de 1933) se encargó de las viñetas diarias del periódico, concretamente desde el 7 de octubre de 1921 hasta el 24 de marzo de 1933, prácticamente una semana antes de fallecer, el 1 de abril del mismo año. Además, esas viñetas siempre incluían un perro que se hizo muy famoso, hasta el punto de que se le conocía popularmente como "el perrito de Xaudaró".
Antes de ese paso por ABC, desde 1898 Xaudaró ya había destacado en muchas otras publicaciones como Madrid Cómico, La Saeta, Gedeón y Barcelona Cómica,
Además, el dibujante fue el pionero de los dibujos animados españoles, ya que entre 1917 y 1921 realiza sus primeros cortos animados: La fórmula del Doctor Nap y Aventuras de Jim Trot, y, en 1930, Un discípulo de caco. También triunfó en Francia como ilustrador de libros.
Página de 'Fantásticas aventuras de Tito y Tif'
Fue tal el éxito de Xaudaró y el cariño que le tenían los lectores que hasta veinte años después de su muerte, ABC no recuperó la viñeta diaria que fue a parar a las manos de otro de los grandes dibujantes españoles: Mingote.
Un dibujante que, si fuera americano, sería famoso en todo el mundo, pero como es español, hay que reivindicarle reeditando sus mejores trabajos, como Fantásticas aventuras de Tito y Tif (Taula Ediciones).
Destacar la calidad de la edición y el excelente prólogo de Antonio Martín (Sevilla, 1939), sin duda el estudio más completo que se haya escrito sobre la vida y la obra de Xaudaró.
Habrá que estar muy atentos a los próximos volúmenes de esta interesante colección Tebeos de Oro, que está rescatando la obra de otros pioneros de la historieta española como Teodoro Gascón (Guasa Baturra) o Ernesto Pérez Donaz (Compañeros de aventuras).
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