La vida de un décimo de Lotería de Navidad: de la fábrica a la administración
- La fabricación corresponde a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre
- El diseño se realiza en febrero y la impresión comienza en mayo
- Los décimos incorporan medidas de seguridad para evitar falsificaciones
- Comprueba tus décimos de Lotería de Navidad
- El Gordo de la Lotería de Navidad 2016, el 66.513
El 22 de diciembre de cada año es el momento estrella de un décimo de Lotería de Navidad. Será entonces cuando cobren su protagonismo, en especial si han resultado agraciados por ‘El Gordo’. Sin embargo, su vida comienza meses antes en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) de Madrid.
A partir del verano, en cualquier administración de Lotería de España, podemos adquirir los números para el sorteo más esperado del año, el que da por inaugurada las navidades de manera oficiosa. Pero hasta llegar a la venta, el ‘embarazo’ y ‘parto’ de un décimo lleva algunos meses.
El proceso de elaboración de un décimo arranca a principios de año cuando la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SALAE) envía a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre la ilustración que llevará. Algunos años envían varias imágenes para que los diseñadores de la fábrica hagan varios bocetos y luego decidir, y otros, en cambio, solo envían una, pero nunca hasta el momento, se ha repetido viñeta.
En cualquier caso, le corresponde al SALAE dar luz verde al diseño final. “Loterías y Apuestas del Estado decide la imagen que quiere que lleven los décimos. Siempre suelen ser obras conocidas de temas religiosos relacionadas con la Navidad”, explica a RTVE.es Jesús Peña, jefe de Reproimagen de la FNMT.
Este año, la imagen que embellecerá el décimo es un retablo de una capilla de la Catedral de León, del siglo XV, de autor anónimo de la escuela flamenca.
Un diseño que no ha cambiado en décadas
Aunque el esqueleto básico de la Lotería de Navidad no ha cambiado en décadas, hay elementos del diseño del décimo que dependen exclusivamente del departamento de Preimpresión de la FNMT .
El proceso conlleva una serie operaciones como el retoque de la imagen principal para adaptarlo al décimo, la elaboración de fondos de seguridad, la creación de orlas y otros dibujos decorativos y la determinación del color que suele “ir a juego”, como advierten desde Preimpresión, con la viñeta que lo ilustra.
Una vez aprobado el diseño por SALAE, comienzan los trabajos de impresión, que se realiza con siete planchas en rotativas offsets, muy parecidas a las de cualquier periódico, en cuatricomía (cyan, magenta, amarillo y negro), más tintas de seguridad.
24 horas fabricando décimos de Lotería de Navidad
Entre mayo y julio, las rotativas de la FNMT trabajan las 24 horas del día para elaborar los décimos que se ponen a la venta en julio. En total, unas 45 personas trabajan, entre grandes medidas de seguridad, en la elaboración de los décimos.
“Es el sorteo al que más tiempo dedicamos. Durante mayo, junio y julio se trabaja incluso en tres turnos”, explica David Fernández, jefe del área de Post-Impresión de la Fábrica de Moneda y Timbre.
Luego a partir de agosto, se continúan fabricando décimos de Lotería de Navidad hasta unas dos semanas antes del sorteo, pero se hace más poco a poco y sin necesidad de tantos turnos. “En agosto, está entregado prácticamente todo lo que se va a vender. A partir de entonces, se imprime solo lo que nos piden desde Loterías y Apuestas del Estado”, añade Fernández.
El proceso de impresión se realiza en dos fases: en una primera, se imprimen los décimos con sus elementos característicos, el texto (con la fecha del sorteo, en el anverso, y con los premios, en el reverso), los elementos de seguridad , y en una segunda, se hace la “personalización”, es decir, se imprimen el número del billete, la serie, y el código de barra.
Por último, en un proceso totalmente mecanizado, las bobinas con los billetes pasan a la línea de corte, empaquetado y clasificación para su envío a las administraciones de lotería.
Seguridad para evitar la picaresca
Para la fabricación de los décimos de Lotería de Navidad, que este año consta de 165 series de 100.000 billetes –con 10 décimos cada serie- se emplean 486 bobinas de papel, unos 2.500 kilómetros, y 280 kilogramos de tinta.
La seguridad es clave en todo el proceso de fabricación de los décimos para evitar la picaresca y hacer que sea misión imposible falsificar un décimo. Para empezar, en el diseño se incorporan ciertos elementos de seguridad que son diferentes en cada fracción para dificultar la manipulación de los números.
Luego, en la impresión, se utilizan tintas de seguridad invisibles al ojo humano que solo se pueden detectar con luz ultravioleta y se emplea un papel especial con fibrillas luminiscentes.
Pero además, el proceso de fabricación en sí mismo no está exento de seguridad para evitar incluso que alguien de dentro –o algún visitante- pueda caer en la tentación de llevarse un décimo de recuerdo. En definitiva, se utilizan rigurosas medidas de seguridad, como si de papel moneda se tratara.