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'La cocina', de Arnold Wesker

Carta de Molly, camarera de Marango's

  • Como parte del proceso de construcción de sus personajes, los miembros del reparto de La cocina, en versión de Sergio Peris Mencheta, imaginaron una carta de su personaje. Esta es la de Almudena Cid.

Por

Querido Bertrand,

no es la primera vez que le escribo una carta. Esta vez me gustaría tener el valor de entregársela.

Ya no puedo más.

Sé que si lee estas palabras me va a alejar de usted definitivamente. Estoy dentro de un círculo vicioso del que soy incapaz de salir sola.

Necesito hacerle llegar el desperdicio que muchas veces me ha hecho sentir. Esta mañana, cuando nos vimos un rato antes de entrar a nuestra labor, pensé que todo sería diferente. Pensé que tenía la necesidad de pasar más tiempo junto a mí. Pero lo que no me esperaba era que a poca distancia de Marango´s me invitara a apresurar mi paso para que yo entrara por la puerta de atrás.

Me mira, me besa a escondidas y después me trata como si fuera una criada que obedece todo lo que le demanda.

No se imagina lo que deseaba entrar por esa puerta principal junto a usted.

Solo entrar acompañándole.

Solo eso.

A veces envidio lo pendiente que Peter está de Monique, y hoy también envidié a ella. Ni siquiera sabe cómo tranquilizarme, cómo hacer que se me olviden sus desprecios y su trato hacia mí. Me grita por un mantel arrugado con la excusa de estar un rato a solas conmigo para disculparse (en el fondo siempre lo estoy deseando) pero luego me doy cuenta de que tiene que llevarme a un lugar donde nadie nos pueda ver y me hundo. Muero porque me bese y me desee pero, ¿en qué condiciones?

Lejos de arreglarlo, usted me humilla. Tuvo un buen momento hoy para solucionarlo, sólo tenía que asignarme la labor de recibir a los clientes; pero no, decidió poner a Monique. Claro que también pienso que lo hace para que otros hombres no reparen en mí, y eso puede significar que me quiere solo para usted. Eso es lo que me pasa constantemente, no se qué pretende de mí realmente. Por un lado, no quiere darme más trabajo y pienso que es para cuidarme para más tarde darme cuenta de que lo hace para demostrar que no estoy a la altura y, así, despreciarme, gritarme y eliminar cualquier duda sobre algo entre nosotros.

¿Tiene que tratarme así para que no sepa nadie de su familia y del restaurante que me tiene cuando quiere y le viene en gana?

A veces me gustaría trabajar en la cocina. En ella me siento más libre, me siento más yo. Sólo una puerta batiente separa la cocina de la sala, un lugar oscuro donde mi única luz es usted y sólo brilla de vez en cuando y a escondidas. En la cocina hay gente por la que me siento querida como Anne (o al menos me mira con ternura); también Paul y Ramone me cuidan, aunque no se si es por compasión. ¿Le soy sincera? Siento que saben lo nuestro. Pero quiero que sea usted y no ellos quien me mire con ternura, que me cuide. Se que si trabajara en la cocina y no en la sala se olvidaría de mí.

Ojalá cierre Marango´s, ojalá sea una frase en un rincón del periódico de mañana.

Siento que mi mundo está reducido al restaurante, sin ilusiones, sin nada fuera de esas paredes. Es como si no supiera hacer otra cosa que sentirme encerrada ahí, esperándole.

Ni siquiera el mal trato que me da quiero que se la lleve otra.

Un terrible escalofrío me recorrió el cuerpo hoy cuando Cynthia y Daphne me intentaron consolar. Parecía como si ellas hubieran pasado por lo mismo. Quizás me ayude hablar con ellas.

Ya no sé si es miedo o amor lo que me retiene.

Se que no puedo más, pero soy incapaz de alejarme de usted.

Necesito que pase algo en Marango´s. Que lo cierren para así comenzar en otro lugar.

Ojalá el desastre de hoy decida por mí.

Ojalá tuviera el valor de entregarle esta carta.

Molly.

RTVE

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