No venda su décimo de Lotería de Navidad premiado porque es delito
- Vender un décimo premiado supone colaborar en un delito de blanqueo
- Si Hacienda lo detecta, el vendedor podría llegar a perder tres cuartas partes del premio
Todo el que compra un décimo de Lotería de Navidad lo hace con la ilusión de que el próximo 22 de diciembre resulte agraciado con el 'Gordo'. Y tras los ganadores, no solo estarán los bancos que querrán que el botín sea entregado en su entidad. También puede haber personas dispuestas a comprarlos por una comisión. Pero la venta de décimos premiados puede ser un delito de blanqueo.
No es ninguna leyenda urbana, aunque es una práctica cada vez menos extendida, pero hay ocasiones en las que hay personas interesadas en comprar los boletos ganadores a los agraciados a cambio del valor del premio y una pequeña comisión.
Se trata de una manera de blanquear dinero negro, aunque desde que en 2013 el Estado empezó a aplicar un gravamen del 20% a los premios superiores a 2.500 euros, es una práctica menos frecuente.
"El impuesto ha reducido la apetencia por el boleto premiado, pues ahora para blanquear la misma cantidad de dinero que antes se precisan más boletos premiados", explica a RTVE.es José María Mollenedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda Gestha.
Problemas para el vendedor
Aún así, desde Gestha advierten de que es un fraude y el que venda un décimo premiado puede tener problemas no solo con Hacienda, sino con la justicia.
"Quien vende suele desconocer que está colaborando en un delito de blanqueo de dinero", advierte el secretario general de Gestha. De hecho, el vendedor podría ser también encausado como "colaborador" de un delito de blanqueo.
Uno de los principales problemas que tendrá el vendedor es justificar la procedencia del dinero que recibirá. En ocasiones, el que vende, suele realizar después un gasto por encima de su declaración de la renta, por lo que la Agencia Tributaria podría llamarle para una revisión.
Entonces Hacienda le liquidará un "incremento de patrimonio no justificado por el importe del gasto realizado", según Mollenedo.
Si se trata de uno de los premios grandes, se le gravará al tipo máximo de la Comunidad Autónoma donde viva que podría ser de hasta un 49%. A eso, habría que sumar los intereses de demora por no declarar el premio en su debido momento, más una multa.
Al final, según el secretario general de Gestha, el vendedor del décimo perdería hasta tres cuartas partes del premio, mientras que si hubiera cobrado el boleto ganador directamente, se habría embolsado el 80%.
Si perder gran parte del premio no es motivo suficiente para no intentar vender el décimo al mejor postor, desde Gestha apuntan a otra razón más: aparecerá como defraudador ante la Hacienda Pública y será sancionado por una infracción grave.
Son muchos los casos de ganadores reicidentes famosos de premios de lotería: al expresidente de la Diputación de Castellón y exdirigente del PP Carlos Fabra le ha tocado varias veces el 'Gordo'. El principal acusado del caso Malaya, Juan Antonio Roca, y uno de los principales acusados de Púnica David Marjaliza han resultado agraciados en varias ocasiones en diferentes sorteos.