La vidente del anuncio de la Lotería que nunca juega
- Charlamos con la tarotista Úrsula Dulcinea, una de las protagonistas del anuncio veraniego de la Lotería de Navidad
- Nos recomienda dejarnos llevar por la intuición: "La Lotería solo te toca si está en tu camino, si te tiene que tocar".
“Incluso los que más saben, no lo saben”. Esta era la conclusión del anuncio que Loterías lanzó en verano para anunciar la venta del sorteo de la Lotería de Navidad. Es una de las supersticiones que se han convertido en tradición: comprar un décimo en el lugar de veraneo, por si cae allí. Y, con un toque de humor, Loterías reunía a una astróloga (Esperanza Gracia), un futurólogo (Miguel Pacheco), un mentalista (Pablo Raijenstein) y una tarotista: Úrsula Dulcinea.
Úrsula comparte la conclusión del anuncio: nadie puede saber dónde va a tocar. Ella no pregunta a sus cartas cuál va a ser el número del ‘Gordo’ de este año. “Es que yo no trabajo por ahí. Esto no funciona así. La Lotería, y los juegos de azar en general, te tocan si te tienen que tocar, si están en tu camino”.
De hecho, ella ni siquiera juega a la Lotería. Este año no ha comprado ningún décimo para el sorteo de Navidad. Y su consejo para los que juegan es “que se dejen llevar por la intuición, por las corazonadas”.
Ni comprar el número de una fecha señalada, ni pedir ayuda a San Pancracio: la suerte no vendrá por muchos rituales que hagamos.
Una compensación
Para participar en el anuncio Úrsula fue elegida en un cásting: “Me contactaron por email, les mandé un video y luego fui al rodaje”. El tono humorístico le pareció acertado porque cree que, efectivamente “los videntes no estamos por encima de todo, no lo controlamos todo. Me gustaba la visión de que hay muchas posibilidades, desde diferentes vertientes, que puede tocar en muchos lugares”.
“Yo no compro Lotería, no está en mi camino“
Para esta experta en Tarot, los premios como el de la Lotería son “una compensación kármika”, algo que la vida nos debe para compensar una injusticia “de otras vidas pasadas”. “Pudo haber una injusticia hacia ti, pero no en lo personal, algo de la comunidad. Si no hay una compensación pendiente, no te va a tocar”, cuenta a RTVE.es.
Por eso “hay gente a la que le puede tocar muchas veces, y gente a la que nunca le toca porque no tiene nada que compensar”.
Las cartas no "adivinan" números
En el anuncio de Loterías del verano, los cuatro videntes se contradicen en sus pronósticos sobre dónde va a caer el ‘Gordo’. “No hay secretos para las cartas”, dice Úrsula en el spot. Pero nadie sabe qué números caerán del bombo en este mítico sorteo.
En la vida real, Dulcinea concluye que las cartas no pueden “adivinar” qué número va a tocar. Lo que sí podría "percibir" es si alguien tiene posibilidades de salir agraciado.
Así explica ella su trabajo: “Hay vibraciones energéticas, y el Tarot las materializa. A través de las imágenes de las cartas y la videncia yo se las traduzco a la gente”.
Para ello Úrsula dice usar algo que todos tenemos: la intuición. “No creo en los elegidos, nadie tiene un don, nadie es más que nadie. La videncia es percepción, es una capacidad inherente al ser humano. La energía está ahí para mí, para ti y para todos”.
La cuestión es desarrollarla, aunque no todos estamos preparados: “Todos sabemos sumar y restar, pero no todos podemos ser matemáticos. Con la videncia pasa lo mismo”.
"Yo no compro Lotería"
Tras aparecer en el anuncio, solo una persona le ha preguntado sobre los números de la Lotería, pero “yo no trabajo por ahí”, cuenta esta profesional del Tarot. “La gente no me pregunta por estas cosas. Me pregunta sobre sus objetivos, si están en su camino, si están a su alcance, qué se interpone entre ellos”.
“La Lotería solo toca si está en tu camino, si te tiene que tocar“
Úrsula reconoce que “yo no compro Lotería. Yo puedo jugar por jugar, pero no con expectativas de que me toque, porque no creo que esté en mi camino. Cuando está lo intuyes, lo percibes”, dice.
Todos tenemos alguna vez algún presentimiento o corazonada. Y, para jugar a la Lotería, el consejo de Úrsula es “que se escuchen a sí mismos y no metan la parte mental, que se dejen llevar por lo que intuyan, por corazonadas, que se dejen llevar por esa parte”. Y si nos tiene que tocar, nos tocará.