Fangoria compra la Lotería de Navidad en Valencia
- Alaska y Nacho Canut comprarán lotería cerca de la casa de la abuela del artista valenciano
- Busca tu décimo para el sorteo de la Lotería de Navidad
Fangoria celebra 30 años sobre los escenarios con su segundo volumen de un disco de versiones. Alaska y Nacho Canut son muy diferentes porque el bajista no suele jugar a la Lotería de Navidad, mientras que Olvido Gara va comprando en todos los sitios en los que trabaja, pero este año van a comprar juntos un décimo para el Gordo en Valencia.
Canut explica a RTVE que no es muy lotero pero hace una excepción y cuando va a Valencia siempre compra en la administración que está en frente de la casa de su abuela en la calle Grabador Esteve. Inmediatamente Alaska le ataja y quedan para ir juntos y compartir la suerte en el sorteo extraodinario del 22 de diciembre.
El letrista del grupo explica que se trata de una tradición familiar enraizada en el tiempo porque a su abuela le tocó “lo más grande” en la Lotería y como era "muchísimo dinero, se compró una torre de apartamentos en Benicàssim", un lugar donde el pequeño Nacho veraneaba en su infancia y luego visitaría con frecuencia con Fangoria para tocar en el festival de música, el FIB.
Canut no quiere el dinero del Gordo
A la hora de fantasear con el Gordo, sus posturas son diametralmente opuestas. Canut apunta: "No soy miss Mundo pero te digo una cosa, yo me quedaría con 2.000 euros y daría el resto a organizaciones benéficas. No quiero ese dinero". Olvido le dice que se lo de a ella y entre risas se dan la mano para cerrar el trato.
El bajista sostiene que "el dinero da la infelicidad" mientras que la cantante le responde que “para nada” y añade que ”puedes hacer toda las cosas que quieras”. Canut insiste en que con un premio tan grande “te vuelves loco”.
Alaska desgrana todo lo que haría: “Voy a decirte todas las cosas que voy a hacer con tu dinero. Voy a poner un hotel, voy a poner un refugio para animales, voy a poner una librería, voy a viajar”. Canut le ataja que eso lo puede hacer ya pero ella contesta que “ahora no me da tiempo de viajar todo lo que quiero porque tengo que trabajar”.
Olvido sigue imaginando: “Pagaríamos todos los años los discos con quién quisiéramos. Nos iríamos un año a vivir a Londres para grabar” y solo tocarían por placer. Ante semejante avalancha de situaciones halagüeñas, Canut retira lo dicho y decide quedarse con el dinero: "Lo siento por todas esas oenegés a las que iba a donar, ya no lo doy, me lo quedo yo. Me ha convencido”.
Como otros artistas, Alaska compra la Lotería en todos los sitios donde trabaja y comparte con esas personas, luego admite que lo deja en un sitio y a veces no se acuerda de dónde están los décimos, lo que si recuerda es el ambiente del sorteo "puesto en todas las casas, cuando no era la tele era la radio. Un sonido que tienes completamente incorporado a esa mañana de invierno".
Por su parte, Canut recuerda una película de 1954 en la que salían los niños de San Ildefonso, Felices Pascuas, de Juan Antonio Bardem con una España en blanco y negro ilusionada por el sorteo extraordinario y multitud de rifas en torno a la lotería.