'El Calvo de la Lotería' reaparece en el anuncio del Gordo
- Su imagen acompañada del eslogan "Cada Navidad, tus sueños juegan a la Lotería" forma parte del imaginario colectivo
- Busca tu número favorito para la Lotería de Navidad y sabrás dónde comprarlo
Con un abrigo largo y negro, un rostro serio con mirada cálida y soplando números. Así recordamos todos los españoles al ‘Calvo de la Lotería de Navidad’, que en cada anuncio navideño iba repartiendo suerte sin palabras y que, después de un parón de catorce años, lo vuelve a hacer en este spot de 2020.
Su imagen acompañada del eslogan "Cada Navidad, tus sueños juegan a la Lotería. ¡Que la suerte te acompañe!" forma parte del imaginario colectivo, por eso, su reaparición en el anuncio de Lotería de este año ha devuelto a muchos la nostalgia por el pasado.
Los creativos han querido que el actor británico Clive Arrindel, conocido como ‘El calvo de la Navidad’, participase en el anuncio, concretamente al final del recorrido de la historia de una sociedad que, con el paso de los años, sigue manteniendo la ilusión de compartir un décimo de Lotería durante las fechas navideñas.
Al actor se le puede ver en una televisión en los años noventa, en una imagen en blanco y negro y con su característico gesto de soplar números mientras alguien manda un décimo a algún familiar. Esta secuencia del anuncio da paso a una historia actual en la que las protagonistas son dos vecinas que se han hecho amigas durante el confinamiento y deciden compartir un décimo.
Siete años en la pequeña pantalla
Desde 1998 hasta 2005 fueron los años que el famoso 'Calvo de la Lotería', se coló en nuestras pantallas. Todos los anuncios eran en blanco y negro, con historias navideñas que llevaban de fondo la banda sonora de la película 'Doctor Zhivago'.
Posteriormente, ya con un perfil interpretativo distinto, Arrindel participó en la serie 'The Crown' y más tarde volvió a la Navidad, esta vez con un spot de una compañía de alimentación en el que lanzaba el mensaje de "La Navidad es mejor con bigote".
Durante esos años el actor británico firmó una cláusula de exclusividad que le impedía aparecer en cualquier otra producción audiovisual.